Mario, un hombre ya mayor, revive en un largo flashback que ocupa toda la novela prácticamente, el difícil camino transcurrido hasta alcanzar el conocimiento de su verdadera identidad, algo que consigue con la ayuda de Farida y su "ipsoterapia".
Los hechos, los revive el protagonista en el breve lapso de tiempo que transcurre desde que sufre un ataque al corazón hasta su muerte casi inmediata, en que ve desfilar su propia existencia. Unos recuerdos que nunca tenemos claro si fueron realidad o sueño, al menos parte de ellos, pues transcurren en un mundo imaginario, una especie de paraíso al que llama "Las Afueras" y en el que se nos relata cómo Mario, ayudado por Farida, acepta, más que descubre, que su verdadera condición de género es femenina, la de una mujer que se siente atraída físicamente por otras mujeres, es decir, una lesbiana en un cuerpo masculino y, además, sumisa. Sin embargo, el descubrimiento de una dualidad oculta en el ser humano que habitualmente se resuelve en favor de uno de los componentes en términos de dominio o sumisión, conduce a postular un estado equilibrado en que “género” y “sexo” reciban en la conducta personal idéntico rango.
La novela tiene mucho de erotismo, pero acompañada de profundas reflexiones que la llevan más allá de lo puramente morboso, llena de ideas y de un variado componente cultural es, también, un relato sobrio, preciso, espléndidamente construido y escrito, no en vano su autor, José Luis Sampedro era académico y sabía escribir.
Y no sólo era bueno escribiendo, sino que, generalmente, todo lo que solía decir José Luis Sampedro era bastante acertado. Ahí está la lucidez que demostró al final de sus días al posicionarse contra la decadencia moral y social de Occidente, el neoliberalismo y las brutalidades del sistema capitalista.
ResponderEliminarMensajes claros y contundentes.
EliminarNo vamos a descubrir ahora a José Luis Sampedro. Fue muchas cosas en la vida, incluso hasta senador por designación real. Fue ante todo un defensor real de la libertad, de que cada uno se esforzara por ser lo que era. Y eso es precisamente lo que defiende en esta novela. Y lo hace, escribiendo muy bien. Saludos después de un largo silencio
ResponderEliminarSaludos para ti también, José Luis, gracias por tus comentarios.
EliminarCon una maravillosa prosa poética, con la ternura de la que siempre hizo gala, este gran humanista nos muestra el arduo camino que recorre su protagonisa, para descubrir su género y su sexo. Un hombre que en su condición de mujer amaba a las mujeres. Maravilloso.
ResponderEliminarLa grandeza de la sexualidad cuando la gestiona el corazón.
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