Los Hermanos Howard, Toby (Chris Pine) y Tanner (Ben Foster), están a punto de perder el rancho familiar al no poder pagar la hipoteca que pesa sobre él, un préstamo con cláusulas un tanto leoninas que Toby firmó con el fin de poder pagar la atención médica que precisaba su anciana madre que ha fallecido hace unas pocas semanas. El testamento de ella, deja el rancho en herencia a los dos hijos de Toby, que está separado y viven con su madre, como quiera que han encontrado petróleo en los terrenos, no quiere perder la propiedad de los mismos, pues en ellos está lo solución económica para el futuro de sus hijos.
Toby propone a su hermano, que acaba de salir de prisión, asaltar algunas pequeñas sucursales del Texas Midlands Bank, el mismo con el que había firmado la hipoteca, con el fin de obtener el dinero necesario para evitar el embargo. Al elegir sucursales pequeñas y robar únicamente el dinero que haya en la caja, pretenden evitar las repercusiones negativas para ellos, que podría tener un asalto de gran envergadura.
El ranger Marcus Hamilton (Jeff Bridges) toma a su cargo la investigación de los robos, está convencido de que podrá dar con los dos asaltantes y de que puede adelantarse al siguiente golpe, pues cree adivinar las razones y el modus operandi que siguen. En la persecución de los atracadores, estará con él Alberto Parker (Gil Birmingham), otro ranger, un mestizo de india y mexicano, junto al que Hamilton forma una peculiar pareja.
Aunque fue rodada en Nuevo México, la acción de la película se supone que transcurre en Texas. En realidad la región conocida como Comanchería comprende territorios del oeste de Texas y del noreste de Nuevo México. El paisaje, inmensas llanuras con pequeñas elevaciones, polvoriento y pobre (salvo por los pozos petrolíferos), se convierte en un personaje más del film y está, como el resto de la película, muy bien fotografiado.
La banda sonora acude a melodías evocadoras de melancólica música country.
El asunto de los ladrones de bancos que huyen de sus perseguidores, no es nada novedoso en el cine y, sin embargo esta película consigue darle un toque de originalidad y atrapar la atención del espectador en una historia que se hace muy entretenida de seguir, pero es que se sustenta en un magnífico guión de Taylor Sheridan que el realizador David Mackenzie, sabe llevar y aprovechar perfectamente, con algunos diálogos realmente brillantes que guardan el sabor a las añejas películas de épocas gloriosas.
Tras el aparente tema central, hay una crítica cargada de ironía a la situación social y económica que atraviesan algunas regiones y capas de la sociedad norteamericana que tienen la impresión de que viven peor que sus padres, más empobrecidos y sin perspectivas de mejora, al menos inmediata. Y por supuesto, una evidente crítica a las instituciones financieras a quienes se ve como las aves de rapiña que han olido el aroma del cadáver.
El film es una especie de duelo entre dos parejas, "los buenos" y "los malos", pero el guión y el desarrollo de la historia, hace que empaticemos con ambas. ¿Con quién te quedas al final?, con los cuatro, cada cual tiene sus razones y todos ellos tienen algo de razón en sus motivos.
Quizá lo más flojo de la película sea ese aire de ladrones al estilo Robin Hood que se quiere dar a los dos hermanos, creo que eso no está bien logrado en el film y quizá sobraba hacerles aparecer como tales.
Lo mejor, las soberbias actuaciones de los cuatro protagonistas; la contención en las escenas de acción, que las hay, pero están bien dosificadas y no se hace especial alarde en ellas y los maravillosos diálogos que encierra, cargados de ironía y humor negro, con frases de esas que se quedan en la memoria del aficionado.
Hamilton se cruza con un hombre que va en su ranchera y le dice que si ve algo o a alguien sospechoso le llame, mientras le entrega su tarjeta. El tipo le responde que no cree que esa gente se deje ver por él, porque si lo hacen, les ahorcará. Hamilton le replica: Eso facilitaría las cosas..., para todo el mundo menos para usted. Y el paisano remata diciendo: Eso si es capaz de encontrar el árbol.
Cuando el otro se ha alejado en su automóvil, Hamilton exclama: ¡Dios, me encanta el oeste de Texas!
Creo que es una película que merece la pena ver.