domingo, 8 de enero de 2012

PUENTES

Los puentes, tal como hoy los conocemos, estructuras sólidas que nos permiten franquear sin dificultad cauces de agua, son una de las aportaciones más genuinas de los romanos a la posteridad. Hasta que ellos empezaron a construírlos en piedra sobre sólidos pilares, o eran de madera, o se construían perecederos puentes de barcas cuando era necesario vadear un río o un brazo de mar, cuando no se tendía una simple cuerda o unas cuantas maromas de un lado a otro para permitir cruzar con cierta seguridad, pero como mucho una persona de cada vez.
En ningún lugar existían los puentes como tales obras de ingeniería casi imperecederas, ni siquiera en la avanzada cultura china, donde fueron conocidos gracias a Marco Polo. De hecho, aunque el chino ha desarrollado otros vocablos para designar al puente sólido, de piedra, la lengua china tradicional o popular, recurre a la expresión "Paso de Marco Polo" o "Camino de Marco Polo" para designarlo.
La palabra pontífice, proviene del latín Pons-Pontis (puente) y del sufijo -ifice (constructor), el que construye puentes.
El primer puente sólido construído por los romanos fue el puente Sublicio, en la época de Marco Ancio, que unía Roma con el Janículo a través del Tíber.
En la antigua Roma, mucho antes de la República, cuando la futura Ciudad Eterna era apenas una aldea de agricultores, la principal fuente de riqueza de la misma estaba en su privilegiada posición a los pies de las Siete Colinas, custodiando los pasos sobre el Río Tíber, que los comerciantes debían atravesar, previo pago, claro está. De esta manera adquirió mucha importancia para la vida económica romana la figura del Pontífice, que como su nombre indica, era el funcionario encargado de la vigilancia y mantenimiento de los puentes sobre el Tíber.
Con el tiempo, el cargo adquirió una significación religiosa, de ahí que el principal sacerdote en la antigua Roma pasara a ser el Pontifex Maximus, título que con posterioridad los Papas de Roma tomaron para sí, al fin y al cabo era el nombre del más prestigioso cargo sacerdotal de la antigua Roma, el jefe del colegio de los pontífices. Casi toda la literatura católica, al referirse al Papa como Sumo Pontífice, dice que esta palabra viene de "Hacedor de puentes", pues es la persona encargada de tender puentes entre Dios y los hombres. Sin embargo, yo pienso que en origen, simplemente trataron de conjugar las tradiciones paganas y las cristianas, como ha ocurrido tantas veces en la historia de la Iglesia.
De hecho, lo de Sumo Pontífice es relativamente moderno, y si vais alguna vez al Vaticano, sobre el pórtico de Bernini (recordemos, siglo XVII), antesala de la Basílica de San Pedro, podemos ver una gran inscripción relativa al Papa patrocinador de la obra, pues bien tanto en esta como en muchas inscripciones posteriores que conmemoran la acción de un Papa sobre una obra, veremos que se le sigue dando el título de origen romano de Pontifex Maximus.


2 comentarios:

  1. Me estoy enterando de muchos chascarrillos, anécdotas y pasajes históricos de algunos puentes sevillanos (por la documentación para el libro), y me sorprende lo entretenido que es el tema.
    ¿Te he deseado feliz año? Pues eso.

    Y un abrazo!

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