Un defecto que "adorna" a muchas de las personas que han estado al frente de naciones y pueblos a lo largo de la historia (sigue ocurriendo en la actualidad, por desgracia), es la soberbia, creerse enviados de Dios que están por encima del bien y del mal. Es conocido el dicho de "Sólo la historia me juzgará", que nos sueltan de vez en cuando, que en román paladino viene a ser algo así como: "Tú te aguantas mis gilipolleces, mis tonterías, mis ideas iluminadas y mis injusticias, porque tú no las vas a juzgar, lo harán otros y cuando me declaren culpable e incompentente, tú y yo estaremos bajo tierra"
Hay gente sensata, a pesar de todo, que sabe rodearse de buenos consejeros, porque un gobernante no puede ocuparse de todas las tareas de gobierno y cada vez menos, pues los asuntos van siendo mucho más complejos y dispares.
Uno de estos personajes fue Napoleón, que tuvo un gran sentido de la realidad y supo distinguir los colaboradores honestos y capaces que le decían lo que debían decirle, no lo que él quería oír. Sin embargo, el emperador fue arrinconandolos y prescindiendo de estos hombres valiosos y se rodeó de aduladores incapaces, sus modos dictatoriales iban en aumento y no admitía opiniones contrarias (vaya, esto me suena). Cuando los dioses quieren condenar a un mortal le dan la soberbia para que le nuble la vista y le lleve al fracaso. Napoleón, que siempre cuidó de forma rigurosa el que no se le diera una pompa personal excesiva, fue sucumbiendo a la tentación del fasto (esto también me suena a actual). Es conocida la anécdota sobre una estatua que le iban a erigir para situarla en una plaza de Paris. Los aduladores, conocedores de sus modelos romanos, propusieron representarle al modo de los escultores de esa época, con corona de laurel, túnica, etc. También pensaron en representarle desnudo, como los atletas griegos. Estaban debatiendo sobre este asunto, y pensaron consultarlo con gente de armas que conocía mejor al emperador. Fueron a ver al almirante Bruix con este problema. Éste, soldado íntegro, les indicó: "Mejor desnudo, así será más fácil besarle el culo, y despidió a la cuadrilla de cortesanos".
Hay gente sensata, a pesar de todo, que sabe rodearse de buenos consejeros, porque un gobernante no puede ocuparse de todas las tareas de gobierno y cada vez menos, pues los asuntos van siendo mucho más complejos y dispares.
Uno de estos personajes fue Napoleón, que tuvo un gran sentido de la realidad y supo distinguir los colaboradores honestos y capaces que le decían lo que debían decirle, no lo que él quería oír. Sin embargo, el emperador fue arrinconandolos y prescindiendo de estos hombres valiosos y se rodeó de aduladores incapaces, sus modos dictatoriales iban en aumento y no admitía opiniones contrarias (vaya, esto me suena). Cuando los dioses quieren condenar a un mortal le dan la soberbia para que le nuble la vista y le lleve al fracaso. Napoleón, que siempre cuidó de forma rigurosa el que no se le diera una pompa personal excesiva, fue sucumbiendo a la tentación del fasto (esto también me suena a actual). Es conocida la anécdota sobre una estatua que le iban a erigir para situarla en una plaza de Paris. Los aduladores, conocedores de sus modelos romanos, propusieron representarle al modo de los escultores de esa época, con corona de laurel, túnica, etc. También pensaron en representarle desnudo, como los atletas griegos. Estaban debatiendo sobre este asunto, y pensaron consultarlo con gente de armas que conocía mejor al emperador. Fueron a ver al almirante Bruix con este problema. Éste, soldado íntegro, les indicó: "Mejor desnudo, así será más fácil besarle el culo, y despidió a la cuadrilla de cortesanos".
Qué bueno!!!
ResponderEliminarMe gusta como has escrito esta anécdota, bravo!
"Cuando los dioses quieren condenar a un mortal le dan la soberbia para que le nuble la vista y le lleve al fracaso" Genial!
(No era uno de los 7 pk2 kpitales?)
Un abrazo.
(Yo que ya había comprado las palomitas...)
lo que pudo llegar a conseguir este hombre, no se, creo que todo hombre con demasiado poder, tarde o temprano se desvía...
ResponderEliminar-Muy bueno lo de las palomitas.
ResponderEliminarEn cuanto a la frase, no quiero medallas que no me pertenecen, no es mía.
-Una pena lo de Napoleón y más en el caso de España, pudo haber ayudado a traer la modernidad a este país nuestro y sólo dejó ruina y desolación.
"Toda autoridad legítima a de amar su extensión y sus límites" o esta "No elevéis lo que es frágil, es decir, no lo expongáis a que caiga". Joubert. Todo lo que sube, baja. La soberbia empuja la caida. Un saludo
ResponderEliminarSí, lo malo de los poderosos es que mientras caen y no, se llevan por delante a unos cuantos que no tienen culpa de su soberbia.
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