miércoles, 11 de julio de 2018

LA CHICA DEL TREN

En su viaje diario a Manhattan para ir a trabajar (aunque en realidad hace un año que la despidieron), Rachel Watson (Emily Blunt), ve desde la ventanilla del tren, a la pareja formada por Megan (Haley Bennett) y Scott (Luke Evans), en el jardín de su casa, son un matrimonio aparentemente feliz que habitan una vivienda cercana a la que ocuparon la propia Rachel y su ex-marido Tom (Justin Theroux).
Megan y Scott son ajenos a las miradas de Rachel, que lleva meses imaginando cómo es su vida, componiendo idílicas escenas cotidianas basadas en las furtivas imágenes que contempla de la pareja tomando café por la mañana o relajándose por la tarde charlando en el jardín. La joven representa todo lo que quiso ser Rachel durante su matrimonio con Tom, una relación de la que no consigue desengancharse, habiendo tomado al alcohol como compañero de fatigas.
Un día, de camino a New York, Rachel es testigo de un impactante suceso en el jardín de Megan y Scott. Megan desaparece poco tiempo después y Rachel acude a la policía para contar lo que cree haber visto. ¿Es un testigo fiable o está involucrada en el delito que ella misma ha revelado?
El guión se basa en el best-seller del mismo título, de la británica nacida en Zimbabwe, Paula Hawkins. Un libro que debutó en el nº 1 de la lista de éxitos del New York Times en 2015 y que se mantuvo durante 15 semanas en esa posición, habiendo vendido ya en junio de aquel aquel año, más de tres millones de ejemplares.
La película tiene algunas lejanas reminiscencias hitchcodianas (Marnie, la ladrona...) y otras no tan lejanas (La ventana indiscreta), claro está, salvando muchas distancias.
La novela está ambientada en Londres y su área metropolitana, mientras en el film, la acción se traslada a New York y alrededores.


Una correcta adaptación de una buena novela de entretenimiento, como lo es también la película. Técnicamente bien hecha, con una sensacional interpretación de Emily Blunt, dando vida a un personaje inestable y maltratado por la vida, la película saca ventaja interesada de algunos de los asuntos que va metiendo en el guión (eso ya estaba así en la novela, que conste) y quizá en la primera parte se haga un poco lenta e incluso liosa, pero a partir de cierto momento, parece como si cambiase el ritmo, haciéndolo más vivo y más interesante la narración y, aunque algo antes del final ya nos imaginamos el desenlace, lo cierto es que la resolución no está del todo mal, a pesar de haber sido tachada de previsible.
Película de marcado acento feminista, en la que los personajes de las tres mujeres que mayor incidencia tienen en la historia, se ven sometidas a una calculada manipulación que deviene en violencia, por sus parejas, de las que en un momento determinado tratan de escapar, sin lograrlo siempre y con consecuencias claramente desiguales.
No está nada mal para pasar un rato entretenido, aunque tampoco creo que sea recordada como una gran película.




4 comentarios:

  1. Leí la novela y me resultó un tostón por su falta de acción o por su lentitud. Ya lo siento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando preparaba esta entrada de la película, releí lo que había escrito de la novela y recuerdo tu comentario al respecto en la línea de lo que dices ahora.

      Eliminar
  2. La novela desde luego conmigo cumplió su objetivo: entretener; además de estar bien escrita. La pelíucla aún no la he visto, pero estas adaptaciones (cuando he leído la novela) siempre me atraen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Algo así me ocurre a mí, había leído la novela y eso me llevó a ver la película.

      Eliminar