lunes, 18 de diciembre de 2017

SOY LEYENDA

Transcurre el año 2012 en el planeta Tierra, Robert Neville (Will Smith) es un brillante científico, pero a pesar de esto no ha podido impedir la expansión de un terrible virus imparable, incurable y creado por el hombre que convierte a los demás seres humanos en una especie de vampiros que ansían beber su sangre.
Neville, de algún modo es inmune a este virus, es ahora el último superviviente humano que queda en la ciudad de Nueva York y quizás en el mundo. Durante tres años, Neville ha enviado todos los días mensajes por radio para encontrar otros supervivientes. Pero no está solo. Víctimas mutantes de la plaga –los infectados– merodean en las sombras, vigilando cada uno de los movimientos de Neville, esperando que éste cometa un error fatal, mientras él los persigue por el día, como un cazador, buscando a los muertos vivientes mientras se ocultan de la luz del sol, pero por la noche debe esconderse de ellos y esperar hasta que llegue el amanecer del día siguiente. Neville se ve impulsado hacia la única misión que le queda: encontrar la forma de dar marcha atrás a los efectos del virus, tratando de hallar una fórmula que le permita utilizar su propia sangre inmune para devolver a los hombres su naturaleza. Pero sabe que está en condiciones de inferioridad y que se le acaba el tiempo.


El guión se basa en una novela de Richard Matheson publicada en 1954, de la que Warner Bros. había obtenido los derechos en la década de 1970 y produjo una versión de la misma, llamada "El último hombre ... vivo" (Omega Man, 1971), con Charlton Heston. Anteriormente, Associated Producers hizo una adaptación en 1964 llamada "El último hombre sobre la Tierra" (Last Man on Earth) con Vincent Price, rodada en Italia y dirigida por el italiano Ubaldo Ragona y el estadounidense Sidney Salkow. Se trata por tanto de la tercera adaptación para la pantalla de este clásico de la ciencia-ficción.


Con una primera parte dinámica, incluso con algo de suspense, en la que se nos plantea la rutina diaria de este científico militar que trata desesperadamente de hallar una cura para el virus que acaba con los humanos tal como los conocemos, en la segunda mitad se vuelve bastante más previsible hasta llegar a un final que ha sido tachado de puritano y decepcionante, en el que nos traslada un mensaje de esperanza y redención.
El guión tiene algunos giros que permiten hacer avanzar el relato hacia lo que pretenden, sin que estos queden explicados, vamos que, de repente aparecen situaciones que parecen sacadas de la manga de forma algo ventajista.
El pasado y con él cómo el virus se fue apoderando de la población, se explica por medio de flashbacks que me han parecido un poco largos y no muy bien insertados en el film.
Película de acción, con aceptables efectos especiales y algunas imágenes de una asolada Nueva York, como mínimo curiosas, en general resulta entretenida, pero traiciona de manera radical el mensaje y el espíritu de la novela en que se basa y, aunque una adaptación no tiene porqué seguir al pie de la letra la obra en que se basa, en este caso, los cambios introducidos hacen que, en mi modesta opinión, la película salga claramente perdiendo con respecto al libro.




2 comentarios:

  1. Veo más factible un mundo lleno de zombies comedores de carne, que de vampiros. Hay más proteínas disponibles en el primer caso.

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    1. Realmente en la novela son vampiros o algo así, pero en la película, tras acudir al reclamo de la sangre, se comen la carne.

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