Richard Jewell, localmente conocido como Diamond Dick, dueño, entre otras cosas, del temido periódico sensacionalista Daily Clarion, aparece con la cabeza reventada por un disparo de su propia escopeta que aún sostiene entre sus manos. Su periódico insiste en que falleció a causa de una hemorragia cerebral (nótese la ironía), mientras en los mentideros se habla de suicidio. Sin embargo, la policía y Quirke pronto sospechan que se trata de un asesinato y se concentran en sus presuntos enemigos. Ardua tarea si tenemos en cuenta que muchos ciudadanos estarían felices de bailar sobre la tumba de Dick Jewell.
Quirke encuentra las dificultades típicas del investigador aficionado: acercarse demasiado a un testigo, ser "advertido" por amenazantes desconocidos..., pero también toca el territorio mucho más infrecuente del antisemitismo irlandés.
Sin embargo el punto principal de la novela, como lo es en otras de John Banville, es su brillante forma de trabajar con las palabras. Su manejo de la prosa y las referencias que encontramos a otros antihéroes del género, propician una adición fascinante a las filas de admiradores de este personaje lleno de imperfecciones personales en libros que nos invitan a esa mezcla de novela que sigue la linea del género, con una escritura brillantemente original.
Bueno y brillante resumen de novela.
ResponderEliminarEstá entretenida.
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