Durante la guerra de los Treinta Años (1618-1648) muere, en la batalla de Lutzen, el rey Gustavo Adolfo de Suecia. Hereda el trono su hija Cristina (Greta Garbo), que se entrega en cuerpo y alma a los problemas de estado, renunciando incluso al matrimonio con el candidato elegido, el príncipe Carlos Gustavo (Reginald Owen), héroe nacional y el pretendiente preferido por todos. Sin embargo, Cristina se enamora profundamente de Don Antonio (John Gilbert), Conde de Pimentel y embajador del rey de España en Suecia.
Dirigida por Rouben Mamoulian, la película es una mezcla de relato ficticio e historia, en el que la enigmática y cautivadora belleza de la protagonista y su talento interpretativo, lo es casi todo en el film.
Y es que la interpretación de Greta Garbo es una prueba irrefutable de su genio. Mientras el resto del reparto parece que se debate buscando en el guion algo de brillantez para sus papeles, Garbo dota a su personaje de majestuosidad y emotividad, llevándonos a sentir admiración por esta mujer fuerte pero que se siente sola y agobiada por el peso y las obligaciones del poder.




Es cierto, la Garbo eclipsa todo en esta película. El título "Cristina de Suecia" lo dice todo, parece que no hay más personajes en la película... el propio cartel del film que nos ilustra el post lo deja también bastante claro; La Garbo lo llena todo... la historia es otra cosa.
ResponderEliminarUn saludo
Sí, lo de la historia es punto y aparte.
EliminarSolamente viendo retratos de Cristina se adivina que la historia fue otra.
ResponderEliminarAl menos no tal cual se refiere en la película.
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