Ludovico "Lulù" Massa (Gian Maria Volontè) es un trabajador entregado, por lo que es querido por los jefes y odiado por sus propios colegas. Los sindicatos deciden movilizarse contra la empresa, algo con lo que Lulù no está de acuerdo hasta que accidentalmente se corta un dedo y comienza a comprender las duras condiciones de trabajo de sus compañeros, entra en una especie de desvarío y participa en la huelga. Inmediatamente es despedido; luego es abandonado no solo por sus colegas sino también por Lidia (Mariangela Melato), la mujer que vive con él. Pero las reivindicaciones sindicales siguen, mientras la mente de Lulù comienza a dar señales de colapso.
Segunda parte de la "Trilogía de la neurosis" que también incluye Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha y El amargo deseo de la propiedad.
La partitura del film va firmada por Ennio Morricone que tiene un cameo muy original en el film, apareciendo en primer plano como un obrero anónimo, que maneja un elevador hidráulico con ambas manos arriba y abajo, al final de la línea de montaje en la fábrica. Su gesto repetido activa inmediatamente la música "mecánica" mientras aparecen los créditos finales.
El film fue premiado con la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1972.
Aunque es un film militante y con un importante contenido social y político, como ocurre con otros trabajos del realizador romano, también es crítico con los postulados de la izquierda, al menos de cierta izquierda, quedando en el espectador la impresión de que las luchas de poder y las distintas visiones ideológicas y prácticas, sumen al trabajador en una serie de dudas que no ayudan precisamente a la hora de tomar postura.
Y es que además de la alienación que sufren los obreros fabriles (un asunto que estaba muy presente en los años 60 y 70), nos plantea las diferencias entre los diversos sectores sindicalistas, desde el pactismo de los grandes sindicatos, que optan por el avance lento y seguro de conseguir mejoras que a veces, con el tiempo, quedan olvidadas o incumplidas y el radicalismo de otras organizaciones que buscan la ruptura del sistema, pero que no está claro que supieran qué hacer si ello se produjera. Hay una escena, en la que la pareja del protagonista, la peluquera Lidia, les dice que no saben lo que quieren y que si no fuera por los empresarios, ellos no tendrían trabajo.
Este es un punto de vista de muchos trabajadores que dudan a la hora de ejercer medidas de presión extrema porque temen quedarse sin empleo y lo seguimos viendo en la actualidad, que si no se vieran empujados, incluso coaccionados por sus compañeros, no irían a la huelga, prefiriendo sentirse explotados, pero con la seguridad del sueldo mensual. Así que el film, a pesar de lo que se diga, no está tan obsoleto como algunos quieren ver, quizá sus planteamientos y la forma de exponerlos, algunos de ellos, hayan quedado un tanto anticuados, pero no se crean que tanto.
Hola, Trecce
ResponderEliminarSí he visto ese film, con otras personas organizamos un cine-foro. En esto sale siempre a relucir el capitalismo mal interpretado y el “maltrato” que la clase obrera tiene en su mente desde tiempos inmemoriales. Por lo general el empleado comienza muy feliz sus labores y da gracias porque antes no tenía ni para comer y ahora tiene entradas que alcanzan para todo. Con el tiempo, empieza a desmejorar la calidad de su trabajo, a escuchar las lamentaciones de sus compañeros y pudiera terminar nuevamente en la calle.
En la película, la peluquera Lidia tiene razón y en la vida real, quienes se van en contra de los empresarios, desconocen que son precisamente ellos quienes dan trabajo y llevan a los países hacia el desarrollo económico.
Así, que aunque el tema haya sido tratado hace cincuenta años, sigue siendo actual, apreciado Trecce.
Feliz fin de semana.
Es un tema controvertido, el inconformismo del empleado y la visión del empresario que, en ocasiones, resultan difíciles de conciliar. Yo creo que uno de los valores de la película es que nos lleva a reflexionar sobre esos asuntos más que a tomar partido por uno u otro.
EliminarQue tal Trecce!
ResponderEliminarNo la he visto pero tomo nota, me interesa mucho el tema.
Saludos y buen finde!
Está bastante bien, yo creo que resulta interesante.
EliminarHace unos años tuve ocasión de seguir una retrospectiva bastante amplia de Elio Petri en la Filmoteca. Aparte de esta película, me impresionó hondamente "Los días contados" (1962), que te recomiendo encarecidamente.
ResponderEliminarRespecto a la vigencia de la temática social, resulta sintomático que el propio concepto de "clase obrera" haya caído en desuso: lamentablemente, la mayoría de trabajadores de hoy en día se consideran de "clase media".
Es cierto que la terminología y las formas, han cambiado, pero algunos de los problemas que plantea, sobre todo ciertas contradicciones de las organizaciones sindicales, siguen vigentes, creo yo.
EliminarEn cuanto a la recomendación, tomo buena nota de ella y la agradezco.
Un clásico que me gustaría ver.
ResponderEliminarSaludos.
Pues ya sabes.
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