George Darcy (George O'Brien) y Tim Ryan (William Russell), son dos jóvenes de barrio que mantienen una fuerte rivalidad pues están enamorados de la misma chica, Rose Kelly (Janet Gaynor), que no tiene empacho alguno en deleitarse con los celos que provoca en ambos. Cuando los dos se enrolan en la Marina, trasladan hasta allí su enfrentamiento en la vida civil y lo único que logra contener su enemistad, es la disciplina militar. El capellán del acorazado (que también era su cura en la parroquia) decide por fin permitirles que se peleen en el ring, pero el combate se ve interrumpido por el ataque de un submarino utilizado por narcotraficantes. Después de la guerra, cuando la misma banda de contrabandistas de drogas mata al hermano de Darcy y le pega un tiro a uno de los amigos de Ryan, los dos proclaman una tregua para derrotar a los criminales, y luego siguen peleándose.
En la copia que se conserva faltan algunas escenas del original, pero a pesar de ello, ya vemos que da la impresión de que la habitual velocidad del maestro para hacer películas en esta época, se transforma aquí en precipitación, tratando los episodios que la componen de forma apresurada.
Sin embargo, Ford demuestra que sabe captar los hermosos momentos de la vida cotidiana y condimentar con una buena salsa determinados instantes, como esa pelea en el ring, lo que en cierto modo, compensa la confusión en los personajes principales.
A caballo entre la comedia moral y la película de acción, Ford hace malabarismos con los géneros, no siempre de manera demasiado acertada, y hay escenas que se resuelven de cualquier manera, aunque yo no se hasta qué punto influye lo señalado de que hay muchas secuencias que se han perdido: la explosión del submarino se resuelve en unos segundos y sin espíritu , el personaje femenino aparece y desaparece sin mucha hilazón, aunque es cierto que sigue habiendo algunos planos bastante atrevidos y encantadores gags. Por lo demás, ver solo para completar un recorrido por el cine fordiano.
En 1926 recibió alabanzas de la crítica como un buen producto de entretenimiento.
Un gran director y se le puede perdonar cualquier fallo.
ResponderEliminarMas que fallos, me imagino que le ocurriría como a todos, unas veces le saldrían las cosas mejor que otras.
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