miércoles, 10 de junio de 2015

LA PÍCARA MOLINERA

Estamos en 1787, en la localidad de Arcos de la Frontera, cuyo molino está alquilado a Cristóbal Paterna (Francisco Rabal), que lo regenta junto a su esposa Lucía Villanueva (Carmen Sevilla).
Cada día se dirige hacía el molino una curiosa procesión de moscones que requiebran a la molinera en busca de sus favores, el escribano (Manuel Requena), el capitán de la guarnición (Antonio Riquelme) o el mismo señor alcalde (Raymond Cordy), pero es sin duda el corregidor de la ciudad, D. Pascual, Vizconde del Castañar (Mischa Auer), el que con más ahínco pretende a la bella molinera.
En vista del desdén de Lucía, D. Pascual trama, junto a Campillo (José Isbert), el pregonero e inseparable correveidile del corregidor, una artimaña para alejar del lugar a Cristóbal y así tener el campo libre y doblegar la resistencia de la molinera.
Sin embargo, Lucía es una mujer de armas tomar y se defiende del asedio del corregidor, cuya honra, además, quedará en entredicho, pues Cristóbal, que regresa al molino antes de lo esperado, al ver las ropas del corregidor en la cocina, da por hecho que Lucía ha sucumbido a sus demandas y, tras enfundarse las prendas del corregidor, se dirige al palacio de este, donde pretende tomar venganza pagando con la misma moneda al ofensor de su honra y yacer con la atractiva Jacqueline (Madeleine Lebeau), la corregidora.


El guión se basa en un relato que se transmitía en los romances populares y cantares de ciego, trasladado a la novela por Pedro A. de Alarcón con el título de El sombrero de tres picos.
La partitura musical está compuesta por Cristóbal Halffter e incluye canciones populares, algunas de las cuales interpreta la protagonista.
El interés que puede tener la película, vista ahora, es el de reliquia de cierto cine de otra época, pues es bastante flojucha, con unos diálogos que dejan mucho que desear y unos planteamientos totalmente desfasados, incluso para aquel momento. Los chistecillos de que está salpicada, apenas tienen gracia, incluso son un tanto penosos.
Coproducción hispano-francesa, entretenida por lo que tiene de recuerdo de tiempos pasados y poco más.




2 comentarios:

  1. La recuerdo Trecce la recuerdo. Por cierto la pobre Carmen Sevilla ya está para muy pocos trotes

    Un abrazo.

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