El gallardo español fue escrita en la última etapa de la vida de Cervantes y se inspira en un episodio de su vida: en 1581 fue enviado a Orán en misión de espionaje y el hecho resulta peculiar si se tiene en cuenta que apenas un año antes había recuperado su libertad tras permanecer cinco años apresado en Argel.
El gallardo español relata las proezas de un soldado español llamado don Fernando de Saavedra, que abadona a los suyos y combate junto a los moros bajo una identidad falsa. Pese a las peticiones de su amada, Fernando permanece en el ejército enemigo y llega hasta la puertas de la ciudad asediada.
Según el propio autor, la obra mezcla verdad y fábula, Cervantes contó con noticias obtenidas en 1581, cuando visitó Orán después de volver del cautiverio y pudo hablar con personas que se hallaron en la famosa defensa. A lo largo de la trama de El gallardo español intervienen personajes y colectivos que el autor había conocido, en persona o de oídas, durante los años que pasó en Argel.
Cervantes utiliza algunos de los personajes arquetípicos de las novelas de moriscos, incluyendo el de la sarracena enamorada de un cristiano. Continuamente se contraponen los valores de los caballeros moros y de los cristianos, éstos se afanan por servir a su rey y acrecentar su honra.
Quiero llamar la atención sobre la comprensión que muestra Cervantes sobre el colectivo de los renegados; como antiguo cautivo y buen conocedor del panorama que describe, sabe que convertirse en moro, era muchas veces la única escapatoria que tenían algunos de los cristianos apresados, sabiendo que jamás iban a ser rescatados.
No sé si podrá encontrarse por algún lado, pero en 1966, TVE, en un programa que se llamaba "Novela", emitió esta obra en versión de Manuel Tamayo, interpretada por nombres míticos de nuestra escena (Carlos Larrañaga, Pablo Sanz, Iran Eory, Enriqueta Carballeira, Fernando Sánchez Polack, Jesús Enguita, Pedro Sempson, Simón Cabido...).
Muchos años han pasado, pero me acuerdo de este programa que mencionas de la tele.
ResponderEliminarSaludos Trecce.
Pues yo, ni me acuerdo de él. Probablemente, siendo un rapazuelo, hasta me parecería aburrido, pero ya digo que no lo recuerdo.
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