Viridiana (Silvia Pinal), una joven novicia a punto de tomar sus votos como monja, accede, movida por el puro sentido de la obligación, a la petición de su tío viudo de visitarlo. Don Jaime (Fernando Rey), es un viejo hidalgo y es la abadesa del convento quien propicia el viaje, recordando a la joven novicia que su tío, al que apenas conoce, ha sufragado sus estudios. Conmovido por su parecido con su difunta esposa, él intenta seducirla y sobreviene la tragedia. Después, Viridiana intenta mitigar su culpa creando un refugio para los indigentes que viven en los alrededores de la finca de su tío. Pero de estas buenas intenciones no se deriva nada bueno.
El guion, del propio Luis Buñuel y de Julio Alejandro, adapta libremente la novela Halma, de Benito Pérez Galdós.
El film obtuvo la Palma de Oro en Cannes de 1961 y, a pesar de que se había rodado en España (la primera vez que Buñuel lo hacía desde 1936), y de haber obtenido los pertinentes permisos una vez introducidas algunas enmiendas en el guion, tras su exhibición en Cannes, la censura franquista la prohibió y no se pudo ver en España hasta 1977, una vez fallecido el dictador.
Con un simbolismo claro y transparente, no hace falta recurrir a demasiadas interpretaciones para descubrir lo que cada personaje, cada escena, representa en este film de Buñuel que pasa por ser el que definitivamente lo encumbra como uno de los realizadores más reputados del siglo XX.
Quizás una película más fácil de entender y con una moraleja pesimista.
ResponderEliminar"Ya sabía yo que mi prima acabaría jugando al tute conmigo"
Un saludo
Puro humor negro.
EliminarSu película más irreverente, más cáustica, más fascinante, posiblemente la mejor.
ResponderEliminarPosiblemente.
EliminarExcelente obra maestra del cine de todos los tiempos, no sólo del cine español.
ResponderEliminarEstamos de acuerdo.
EliminarMi dispongo, después de leer tu post, a leer Halma. Gracias.
ResponderEliminarLa adaptación de Buñuel es bastante libre.
EliminarEl escándalo "Viridiana" vino motivado, en realidad, por la propia torpeza de los censores franquistas, cuyas sugerencias, como incluir a la criada en la escena final, contribuían a incrementar el carácter transgresor de la cinta.
ResponderEliminarEsas cosas se ven hoy con absoluta perplejidad.
EliminarUno de los tantos pendientes que tengo con Buñuel. Espero algún día poder ponerme al corriente.
ResponderEliminarSaludos,
J.
El tiempo da para lo que da.
Eliminar