La relativa paz que reina en el barrio neoyorkino de Chinatown gracias al acuerdo no oficial por el que la policía deja hacer a la mafia china, se ve en peligro cuando las bandas juveniles, haciendo caso omiso de este acuerdo tácito, asesinan a Jackie Wong (Ming C. Lee), el jefe de la triada. Para tratar de solucionar el asunto, la policía de Nueva York, asigna al distrito de Manhattan Sur al capitán Stanley White (Mickey Rourke), un veterano de Vietnam con quince años de servicio en el cuerpo. Su cometido es acabar con las bandas juveniles que dominan la zona, sin embargo, sus investigaciones lo conducen al crimen organizado chino, dirigido por Joey Tai (John Lone) tras el asesinato de su suegro, cuyos métodos para controlar el tráfico de drogas son extraordinariamente violentos. Acabar con el crimen organizado se convierte para White en una obsesión, pero su traumático pasado y su situación presente lo arrastran más allá de las órdenes recibidas, algo que incomoda a sus superiores, más cuando convierte el asunto en algo personal entre él y Joey.
El guion, del propio realizador Michael Cimino y de Oliver Stone, adapta la novela "Year of the dragon" del estadounidense Robert Daley.
Bajo la historia policial, hay una crítica social, como ocurre en otras películas de Michael Cimino, con las mafias extranjeras dominando los negocios turbios que se enseñorean de las grandes ciudades. El protagonista, un veterano de Vietnam (personaje también recurrente en el cine del autor), convencido aún de que allí luchó por su país y los principios que este defiende, pretende llevar ese espíritu a la lucha diaria contra la delincuencia cuando regresa a su patria, frente a lo que considera la pasividad, incluso connivencia, de las autoridades.
El film en general resulta entretenido, aún a pesar de que muchos pasajes y algunas situaciones resultan, no voy a decir surrealistas, pero sí chocantes, incluso inexplicables. La elección del protagonista, para algunos es un fallo en el casting y lo cierto es que Mickey Rourke nos ofrece una interpretación que para algunos puede ser magnética y para otros algo decepcionante.
Lástima que el final fuera cambiado por indicaciones de la producción, en contra del criterio de Cimino que se quejó amargamente de ello. Si era como he leído que tenía pensado, desde luego, nada que ver, no me extraña que se lamentara.
Desconozco cual era el final previsto. En cualquier caso, me parece un thriller casi fascinante y me encanta Mickey Rourke cuando todavía era guapo y actuaba.
ResponderEliminarAntes de que le llegase la debacle.
EliminarLos militares yankees llamaban a los vietnamistas charlies por aquello de que los veían como chinos, pero es que encima le ha plantado el apellido White al protagonista...
ResponderEliminarPor si no quedaba claro.
EliminarUna de las primeras películas que comenté en mi blog, allá por 2015.
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