Marsella, años 30. Dos ladrones de poca monta, Roch Siffredi (Alain Delon) y François Capella (Jean-Paul Belmondo), unen sus fuerzas en diversos negocios: carreras de caballos, combates de boxeo y pronto se verán trabajando para los capos de la mafia de la ciudad. Sin embargo, cuando decidan volver a hacer trabajos por su cuenta verán que no es tan sencillo y que su percepción frente al crimen ha comenzado a cambiar.
Producida por Alain Delon, que encontró en el libro Bandits à Marseille, escrito por Eugène Saccomano, la historia de Paul Carbone y François Spirito.
Con una lograda recreación de la Marsella de los años 30, el film reúne al sex-simbol masculino por excelencia del cine francés y a uno de sus actores más carismáticos, sin duda la pareja protagonista supone el mayor atractivo de una película que comienza en tono de comedia, con los dos rufianes que tienen más de pícaros que de otra cosa, para ir evolucionando, al tiempo que los mismos personajes, convirtiéndose en una especie de neo-noir de mafiosos que echa mano de todos los estereotipos del género, no siempre de manera muy lograda, con Delon y Belmondo sobreactuando en algunas escenas. Situaciones que en el primer tramo tienen algo de cómicas y un guión de planteamiento simple más que sencillo.
Hola Trecce!
ResponderEliminarNo esta mal. Curioso lo del nombre que adopto el actor porno italiano y lo del sombrero que también se bautizo creo que por la película. Siempre me han llamao la atención esas ametralladoras Thompson.
Saludos y feliz semana!
La película está plagada de curiosidades.
EliminarLa reacción francesa a las películas de Robert Redford y Paul Newman.
ResponderEliminarAlgo así.
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