Julián "Alacrán" López (Álex González), un chico de barrio, forma parte, junto a su amigo Luis (Miguel Ángel Silvestre) de un grupo de jóvenes radicales con simpatías filonazis, liderados por Solís (Javier Bardem). Julián es un chico cargado de ira, envenenado por el odio al que es diferente. Sin embargo, hay nobleza en su alma. La descubrirá en un gimnasio de boxeo, gracias a Carlomonte (Carlos Bardem), un exboxeador alcoholizado -alguien que lo tuvo todo y todo lo perdió-. Allí Julián aprenderá a combatir con reglas, se irá vaciando de odio y conocerá el amor por Alyssa (Judith Diakhate), una joven de raza negra que trabaja en el gimnasio como limpiadora y recepcionista.
Poco a poco, Julián se irá alejando del grupo, pero Luis no está dispuesto a que todo resulte simple y sencillo. Julián tendrá que tomar una decisión clara y explícita cuando los miembros del grupo, esta suerte de manada, le pongan a prueba.
La batalla que mantiene el joven protagonista, se libra dentro y fuera del cuadrilátero.
El guión toma como base una novela homónima de Carlos Bardem, que colabora en el guión, además de interpretar un importante papel en la película.
Una película plagada de claroscuros, por un lado está más o menos conseguida técnicamente, ajustándose al canon y con una banda sonora que se ajusta bien a las imágenes, pero por otro, resulta todo muy previsible y, por momentos, echa mano de tópicos y clichés que la hacen desmerecer un tanto.
A mí me parece claro que está hecha con cariño y que han puesto mucho trabajo en ella, pero al final, se queda en un intento, sin que parezca que llega a despegar en ningún momento y todo se convierte en una historia muy sencillita y que no resulta demasiado atractiva, precisamente por tópica.
Diálogos no demasiado brillantes y que el espectador no capta bien, al menos yo, en algunos momentos no entendía lo que estaban diciendo y me perdía cosas por la mala dicción de los actores, sobre todo los jóvenes. Los hermanos Bardem se amoldan perfectamente a sus personajes y Javier, que apenas aparece en el film, está como un peldaño por encima del resto.
A destacar las imágenes de combates y entrenamientos pugilísticos, bastante bien rodadas a pesar del uso de la cámara lenta como recurso, que a mí no me ha gustado demasiado.
El personaje protagonista resulta ser un tipo violento y, aunque se quiere representar que ha madurado y se ha convertido en un chico arrepentido de sus inclinaciones racistas, me parece que eso no se logra, sigue siendo un tipo violento, peligroso e irracional; ya no odia a los negros o a los moros, pero cuando se cabrea, rompe todo lo que está a su alrededor. Sigue dando miedo, por mentecato e inmaduro y por sus reacciones agresivas.
La película no está mal, entretiene y expone planteamientos de manual, pero ni profundiza, ni aporta nada novedoso. Resulta demasiado plana.
Bueno una más de ese tipo de guiones. Los gringos hicieron varias de este estilo.
ResponderEliminarLa verdad es que suena a algo ya visto.
EliminarEstá bastante entretenida, pero yo creo que es de esas películas que te toca un poco de los nervios.
ResponderEliminarSalud Trecce.
Pudo haber quedado bastante mejor.
EliminarEs un argumento ya muy manido. Se lo curró más American History X, pero también le ves venir el final.
ResponderEliminarArgumentos manidos hay a patadas en el cine, empezando por las historias de amor, sin embargo hay películas que logran cautivarte con la misma historia de siempre. Esta comienza bastante bien, parece que van a enseñarte algo con un toque diferente, pero acaba naufragando.
EliminarA mi me encantó en su día, hace diez años cuando la vi por primera vez. Actualmente la sigo viendo de vez en cuando, creo que los actores bordan totalmente sus roles, digamos que te lo crees...es un tema muy trillado, pero muy bien reflejado y yo qué sé...q me encanta
ResponderEliminarPusieron mucho empeño en ella.
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