El 10 de mayo de 1972, la editorial Espasa-Calpe, publicaba el número 1.500 de su mítica Colección Austral y decidió, no por casualidad, reservarlo para un escritor español que encarnaba en su vida y en su obra las aspiraciones a la europeización formuladas por Giner y los hombres del 98 y adoptadas en el terreno intelectual por Ortega y los novecentistas.
Este escritor es Salvador de Madariaga, hombre de vasta y sabia obra, político liberal, diplomático, poeta, novelista, ensayista e historiador, que fue profesor de Literatura española en Oxford.
En este libro, un homenaje de don Salvador a la mujer española, hace un recorrido que comienza con un personaje literario genial, Melibea y acaba, nada menos, que con Rosalía de Castro, poetisa y fémina prodigiosa, pasando por la egregia Catalina de Aragón, Lady Smith —la extremeña Juana María de los Dolores León—, hasta la Malibrán —una García— y su hermana Paulina Viardot.
El ensayo sobre Melibea, lo escribió con 35 años, antes que los otros cinco, que son todos de 1971 y su intención era ofrecerlo como discurso de recepción a la Academia de la Lengua que acababa de elegirle, aunque debido al estallido de la Guerra Civil, no tomará posesión del sillón "M" hasta 1976, cuarenta años después.
El libro es una manera estupenda de acercarse a estos personajes, y en él aprovecha para hacer una crítica certera del irracional Enrique VIII, en su ensayo sobre Catalina de Aragón y una magnífica semblanza de la gran poetisa gallega Rosalía de Castro, esa dolorosa y lírica mujer, a la que don Salvador, como buen gallego, parece conocer más allá de la apariencia.
Este no era el que decía Ortega que era tonto en 4 idiomas o algo así... Todo un personaje.
ResponderEliminarPuede. Algunos intelectuales son como los artistas del famoseo, unos celosotes (por no decir envidiosos).
EliminarUnamuno, por ejemplo, cuando daba una conferencia, o escribía algún artículo por encargo, siempre preguntaba cuanto cobraba Ortega y cuando se lo decían, él contestaba: Yo, un duro más.
Precisamente por eso lo decía... si un gigante como Unamuno u Ortega (por nombrar dos ejemplos claros) te tiene manía y dice cosas de este tipo es que vas bien, debes ser "competencia" porque la envidia siempre ha sido nuestro mejor deporte nacional.
EliminarDon Salvador, un gran hombre por culto y liberal, fue en mi juventud una referencia de lo que significaba el auténtico LIBERALISMO.
ResponderEliminarLo describes muy bien y me recuerdas a la famosa colección AUSTRAL, gracias a la cual los jóvenes podíamos leer a los grandes escritores a precios módicos.
Leyendo el comentario de CSC y tu respuesta también me viene a la memoria el odio despreciativo que ORTEGA sentía por Baroja y Unamuno, pero que en el primero no le afectaba porque siempre ignoró del todo al odiador.
Dos que se llevaban a matar cuando se encontraban, pero que se estimaban mutuamente a fondo, eran Unamuno y Valle Inclán.
Estupenda entrada la tuya de hoy, Don Trecce.
Cuando salió de España en 1936 para volver a Oxford, se encontraba igualmente distante de ambos bandos.
EliminarMadariaga se "abstiene" de la Guerra; pero la suya no será una inhibición aséptica: tan implacable se mostrará con Franco como con la República en guerra. Precisamente en mayo de 1938, a propósito de la publicación de los Trece Puntos de Negrín, Madariaga critica duramente los argumentos plasmados en el documento; y en el otro bando, Agustín de Foxá le denigra violentamente: "La Nueva España (...) respeta mil veces más a los rojos, que nos combaten cara a cara, que a ti, pálido desertor de las dos Españas, híbrido como las mulas, infecundo y miserable". En parecidos términos es catalogado por Giménez Caballero, que lo inscribe en la tercera España "ginebrina", "afrancesada" y "masónica", tanto o más perversa que la comunista.
Un gran intelectual que, como otros muchos españoles, no fue muy bien visto por ninguno de los dos bandos en que se dividió España.
ResponderEliminarExalta en este libro la valía de unas cuantas mujeres que brillaron con luz propia y siguen siendo ejemplo para la sociedad actual
Son muy curiosos los trabajos que conforman el libro.
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