Esto de blanquear capitales es casi tan antiguo como el dinero en sí, bueno no tanto, pero vamos que la cosa viene de lejos.
De cualquier modo la frase como tal, lo de lavar o blanquear dinero, procede del pasado siglo, de la época de la prohibición norteamericana.
Casi todo el mundo conoce la historia del encarcelamiento de Al Capone, lo que no consiguió la policía, lo hizo la hacienda estadounidense, que le enchironó cuando consiguió reunir pruebas de que gastaba más de lo que ingresaba y no fue capaz de explicar de dónde procedía la diferencia y por qué no había pagado impuestos por ella.
Total, que viendo lo que le pasaba a las barbas de vecino, otro de los míticos ganster de la época, Lucky Luciano (supongo que asesorado por los entendidos en el asunto), puso en marcha una cadena de establecimientos de lavandería, equipados con lavadoras automáticas de las de monedita.
Cada vez que le preguntaban de dónde sacaba esta o aquella cantidad que había invertido comprando bienes y no era capaz de justificarlo con los otros negocios "legales" que tenía, lo achacaba a los ingresos de las lavanderías y quién controla cuántas monedas se depositan en una máquina de esas.
Pues eso, que lo de blanquear o lavar dinero sucio, viene de ahí.
Hoy día eso de lavar dinero, está muy extendido por lo que parece. Y me parece que hoy día, con los medios de que se dispone, sería muy fácil detectar los blanqueos importantes, Que por qué no se persiguen esos hechos con mayor ahínco, no lo se, pero no es por falta de medios, ya que el dinero deja muchos rastros. ¿No será que hoy por mí, mañana por ti?
ResponderEliminarSaludos cordiales
Pues el tema creo que lo han perfeccionado desde entonces y se ha extendido a todos los ámbitos. Porque desde el que hace chapuzas, hasta el gran empresario pasando por los expertos en esto del dinero sucio que son los políticos, los que no tenemos dinero sucio es que somos tontos.
ResponderEliminarUn abrazo
Desde luego que se ha perfeccionado, como que con el dinero sospechoso que circula por ahí se taparía la crisis y algo más.
EliminarCuriosa la historia Trecce, y sin dudas asesorado o no, Lucky Luciano fue más astuto que su homólogo Al Capone. Saludos.
ResponderEliminarLuciano era un tipo peculiar. Le dejaron colgado de una viga de hierro, sangrando y con esparadrapo en la boca, dándole por muerto. Pues no, se cumplió aquello de "bicho malo..."
EliminarJosé Luis, yo pienso lo mismo, esto es algo de ida y vuelta y si no se investiga a fondo, por algo será.
ResponderEliminarCasualmente, el hampón de la película que vi el Domingo tarde "Pánico en las Calles" de Richard Widmarck, también tenía una lavandería como tapadera (Jack Palance) y me parece que hoy también se lleva en algún pueblo...
ResponderEliminarDe todos modos, Maribel, yo creo que hay algo más, pues pienso que si hubiera voluntad de desenmascararles, no sería tan complicado.
ResponderEliminar