Noche de luna llena en una plantación de caucho en la colonia británica de Malasia. La esposa del administrador, Leslie Crosbie (Bette Davis) mata de varios disparos a un hombre en la puerta de su casa alegando que ha sido en defensa propia ya que el hombre asesinado, conocido del matrimonio Crosbie, ha intentado violarla.
Todo parece claro. Su marido, Robert (Herbert Marshall), así como su abogado, Howard (James Stephenson) confían en ella. Pero la aparición de una misteriosa carta hará tambalear la versión de Leslie. Una carta donde ella pedía al hombre asesinado que fuera a visitarla esa noche.
El guión toma como base una pieza teatral de Somerset Maugham, quien a su vez se inspiró en un escándalo policial ocurrido en Kuala Lumpur en 1911.
Desde los primeros planos, presentimos una peli que va a tener una calidad estética como cabe esperar de un director de la talla de William Wyler. El travelling inicial, la escena del asesinato, con la luna llena ocultándose y volviendo a surgir de entre las nubes, el acercamiento de cámara hacia la presencia arrolladora de Bette Davis disparando, hasta el primer plano del revolver sobre las escaleras de acceso a la mansión, componen uno de las más impactantes y memorables comienzos jamás filmados.
Sería una de las grandes colaboraciones entre el director y la actriz (recordemos Jezabel y La loba).
Con una expresiva fotografía, a pesar de no llevarse ninguno de los siete oscars para los que estuvo nominada, obtuvo un gran éxito de crítica y público.
Las interpretaciones protagonistas, a un gran nivel, con diálogos y silencios muy bien interpretados, descollando la Davis, que parece sobrada, en un papel que le va de maravilla y al que dota de toda la expresividad que tan bien dominaba la gran actriz. La película, en el plano de las actuaciones tiene grandes momentos.
A pesar de eso que decimos en ocasiones de que el final es previsible, por más que adivinamos cómo puede acabar todo aquello, en esta ocasión, ello se convierte en un mérito, ya que el director sabe mantener la tensión y el interés en todo momento ayudado por un cierto componente de intriga hábilmente dosificado en el guión.
El film plantea varias cuestiones: La infidelidad, el amor, la integridad... e incluso una sutil referencia al racismo.
Ya que hace tiempo que no citamos frases de esas que se dicen en las pelis y que resultan lapidarias, aquí va una: Cuando se ama, se perdona todo.
Extraordinaria película con una Bette Davis absolutamente magistral, en una de sus mejores interpretaciones.
ResponderEliminarSi alguien no la ha visto, que lo haga.
Lo agradecerá.
Buen director, magnífico guión, buenos actores... Una apuesta segura.
ResponderEliminarHola Trece,definitivamente eres un cinéfilo que apuntas a películas de esas que llaman clásicas pero son obras de arte;cine,cine. Yo es que Batte Davis me parece una de las más grandes,con un estilo tan personal,tan dramático que es sublime.Alguien capaz de acaparar la atención,la pantalla,hacernos sentir que era la más mala,la más buena,la más bella ,la más fea...sólo lo consiguen actores y actrices genios de la interpretación ,Bette fue una. Gracias Trece,todas son pelis para volver a ver pero esta es de las que me gustan.Saludos Trece.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, Claudia, Bette fue una de las más grandes actrices y yo creo que, guste más o menos, eso nadie puede discutirlo.
ResponderEliminarEl que se quiera dedicar a guionista que vea como debe arrancar una película para atraer la atención del público.
ResponderEliminarUn abrazo!
Un gran inicio, Ethan, una maravilla de planificación y de efectismo en el mejor sentido de la palabra.
ResponderEliminar