Alguna vez se ha hablado aquí de las peculiaridades que presenta esto de etiquetar una película. Que si cine histórico, que si musical, que si comedia... Es cierto que algunas veces salta tan a la vista que, aunque uno no encuadre el film explícitamente, es como si viniera ya con la etiqueta puesta, pero otras veces, la cosa no está tan clara, por la sencilla razón de que los géneros se entremezclan, o porque hay un giro en determinado momento que cambia nuestra impresión primera.
Este es uno de esos casos en los que se solapan la intriga y el asesinato, con una historia melodramática donde las haya.
Hasta el punto de que, aún contando con elementos clásicos del cine negro (cadáver, disparos, pistola, policías, alguna biografía nada edificante...), el melodrama y la historia que gira a su alrededor, es tan profundo que, de hecho, se torna en el vedadero epicentro del film.
Los personajes femeninos, tienen un vigor y un protagonismo, que convierten a la peli en una historia, sobre todo, de mujeres.
Caracteres dominantes que, a pesar de serlo, tienen sus debilidades, o una debilidad que puede con toda la fuerza que demuestran en los demás aspectos de la vida.
Joan Crawford, que sabe abrirse camino en un mundo de hombres y, no sólo, ganarse la vida, sino hacerlo de manera brillante en los negocios que emprende.
Ann Blyth, cuya ambición por situarse en la cúspide social, le lleva a vender a su propia madre si ello fuera preciso.
Y Eve Arden, primero jefa y después empleada de Mieldred (Crawford). Algunos de los diálogos entre ambas, son de lo mejorcito de la película y, por cierto, en ellos, los hombres no salen muy bien parados que digamos.
El guión y el argumento que desarrolla, dan para sacar muchas conclusiones, pero es, sobre todo, una crítica a los peligros de la mala educación. Una niña llena de mimos y atenciones, puede llegar a convertirse en el ser egocéntrico, malvado y manipulador que acaba siendo Veda (Ann Blyth), una persona que es capaz de destruír todo lo que toca.
Magnífica la escena inicial, con la casa solitaria de la playa, el hombre agonizante pronunciando el nombre de Mieldred y la posterior aparición de la Crawford, imponente, elegante, caminando por el puente, con las luces reflejándose en el húmedo asfalto en medio de las tinieblas de la noche.
Joan Crawford, que logró liberarse de su contrato con la Metro, para rodar esta película con Warner, se toma una especie de venganza: El oscar a la mejor actriz.
Ella y su hija en la ficción, la adolescente Ann Blyth, maravillosamente odiosa, llenan la pantalla con su presencia y su espléndido duelo interpretativo.
Como alguien dijo, Michael Curtiz nos demuestra que sabe hacer cine más allá de Casablanca.
Para mi es un melodrama magistral, con una Joan Carwford absolutamente inconmesurable.
ResponderEliminarUna gran película.
No la conozco, Trecce, y gracias a tu reseña tiene una pinta buenísima. Gracias
ResponderEliminarsaludos blogueros
Sin duda, Natalia.
ResponderEliminarHola Trece: de esta película sí me acuerdo y me parece una gran película.Mildred escapa de la pobreza con tenacidad,trabajo y honestidad,esto último no sé si ya es posible en EEUU,yo lo dudo mucho. Y Joan Crawford esos enormes ojos de sureña ,ese estilo elegante ,distinguido tal vez por su ascendencia sueca,llena la pantalla.Joan o Lucille como realmente se llamaba era una mujer muy libre.El papel protagonista no era en principio para ella, era para otra grande Bette Davis pero Crawford después de dirigirle algunas palabritas a Curtiz ,le pidió que hiciera una prueba y le dio el papel.
ResponderEliminarCuriosamente años más tarde ambas, que tenían una rivalidad fuera de pantalla, harían una película que jamás olvidaré ¿Qué fue con Baby Jane?.
Mildred Pierce gran película,buen argumento,buenos actores,un éxito en toda regla y un clásico que yo recomendaría a quien no la haya visto.Saludos Trece
Otra obra fruto de aquella generación de buenos guionistas y novelistas con la llegada de directores europeos. La década prodigiosa del genero. Novela "hard-boiled", "tough" y el aroma de cine expresionista. Curtiz tiene alguna otra en el genero.
ResponderEliminarCreo que ésta nunca la he visto, ni siquiera recuerdo haber visto casi nada de esta actriz de tanto renombre...
ResponderEliminarSaludo dominical
Hola Trece.
ResponderEliminarJoan Crawford tuvo 6 denominaciones por la peli.
Un buen papel de una gran actriz y una buena pelicula sin duda.
El asesinato de su segundo marido hace que la película sea toda una historia de su vida, su hija y las oportunidades que le daba la vida.
Saludos Trecce.
José Antonio, tiene buena pinta "a pesar" de mi reseña.
ResponderEliminarClaudia, vaya dos, Joan Crawford y Bette Davis, creo que la tensión se mascaba cuando coincidían. Un odio a muerte, a pesar del cual se vieron obligadas a trabajar juntas en la peli que mencionas "¿Qué fue de baby Jane?"
ResponderEliminarLa única que dijo algo del origen de esta enemistad tan profunda, fue Bette Davis, quien, tras la muerte de la Crawford afirmó que Joan se había enamorado de ella y que la agobiaba con constantes requerimientos y regalos.
¿Esto era verdad o era una forma de echar más leña al fuego?
En efecto, Manuel, la influencia del expresionismo (tan europeo, por otra parte) es manifiesta.
ResponderEliminarMaribel, afortunadamente, siempre quedan pelis que no hemos visto.
ResponderEliminarE.P., en realidad las 6 nominaciones fueron para la peli, no para Joan Crawford, que fue la única que se llevó el gato al agua, logrando el oscar a la mejor actriz. Las otras 5 fueron: 2 para la mejor actriz de reparto (Eve Arden y Ann Blyth), mejor película, mejor guión y mejor fotografía en blanco y negro.
ResponderEliminarPues pudo ser, Grawford tuvo relaciones con mujeres,era bisexual,pero claro, La Davis la criticaba mucho por su libertad sexual, es más a Curtiz los argumentos que le dio cuando la Crawford le pidió hacer esta peli,es que se acostaba con todos,dijo algo así la Davis:"Se lo vas a dar a una que se va acostando con todos??!!".Yo creo que era la revalidad de las grandes divas...Un saludo Trece.
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