martes, 15 de junio de 2010

MALDITOS BASTARDOS

Creo que nada nuevo puedo aportar a lo que ya se haya escrito sobre este film. Si de alguna película se han vertido opiniones en el último año, ha sido sobre esta última entrega de Quentin Tarantino. Yo, particularmente, he leído de todo, desde adhesiones incondicionales, hasta críticas inmisericordes, pasando por todos y cada uno de los escalones intermedios. Es lo que tiene estar en el Olimpo y ahí es donde está Mr. Tarantino, para regocijo de sus fans y por más que lo nieguen quienes no le tragan, pero cuando pase el tiempo, que es cuando las cosas toman su justa medida, supongo que se hablará de él cuando se haga un repaso por la historia de la cinematografía. Ya puedo adelantar que, en lo que a gusto personal se refiere, me quedo antes con "Reservoir Dogs" y, por supuesto, con "Pulp Fiction", pero esto, reitero, es mi gusto personalísimo. Creo que no se le puede pedir a Tarantino que nos sorprenda con cada nueva película, porque esa es una de las críticas más insistentes que he leído o escuchado, que Tarantino ya no sorprende. Quizá quien estuviera acostumbrado a visitar pinacotecas allá a principios del pasado siglo, se quedara sorprendido al ver por primera vez "Les demoiselles d'Avignon", pero a partir de ese momento, dudo que se sorprendiera al ver un Picasso, te puede gustar o no, pero ya no te sorprende, al contrario, lo que aprendes es a reconocerlo a tomarle gusto a sus obras o a ir incrementando tu repulsa. No quiero comparar a Tarantino con Picasso, líbreme el cielo, pero creo que se entiende el símil de mi postura y creo también que estas batallas furibundas, solamente se libran alrededor de quienes alcanzan un lugar destacado en aquello que hacen. Se ha hablado también de las buscadas similitudes con el western que tiene esta peli. A mí, su estupendo comienzo me trajo a la cabeza El fuera de la Ley ("The Outlaw Josey Wales"), en la que Clint Eastwood está arando la tierra ayudado por su pequeño hijo, en una escena de lo más bucólico, tal cual aparece monsieur Lapadite haciendo leña en su casa situada en medio de la apacible campiña francesa. En la peli de Eastwood, la llegada de los "botas rojas", desata la furia, en esta otra, los botas rojas, son los nazis, pero la furia se desata después de una memorable escena que es la entrevista entre el coronel Hans Landa y el propio Lapadite, un diálogo sabiamente alargado, que va transmitiendo un estado de tensión y un suspense que te mete en la película, quizá sea de lo mejor del film, yo creo que no vuelve a conseguir un punto tal de interés en todo el metraje, es más, a partir de ahí, los excesos de tiempo comienzan a sobrar.

Coincido con la mayoría en la gran actuación de Christoph Waltz, verdadero protagonista del film y debo decir que a mí me ha gustado también la actuación de Mélanie Laurent en su papel de Shosanna, cuya historia de venganza es el verdadero eje del relato. De lo demás, de esos llamados "excesos" de Tarantino, de sus diálogos, de su manera de hacer converger historias, nada voy a decir, es su cine, su manera de hacer y su sello, lo que le hace diferente de otros. Aunque a esta gente que está en primera línea les exijamos mucho, a pesar de todos los altibajos que se le puedan achacar, creo que mantiene el nivel, eso sí, dentro del estilo Tarantino y que no se le puede negar que resulta entretenida.

4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con tu crítica. Tarantino es como todos los que hacen cine de autor, o los amas o los odias, no muchos están en el ecuador.

    A ver si empiezan a mirar más hacia el la academia... porque de momento, sus premios no reflejan el trabajo que hace

    todo esto a mi modo de ver

    ResponderEliminar
  2. Bueno, al menos puede hacer lo que quiere, que ya es mucho.

    ResponderEliminar
  3. si, eso está claro. Un director que me sorprendió hace poco relativamente, que estaba apadrinado por Peter Jackson, es Neill Blomkamp, con la peli de "District nine", échale un vistazo cuando puedas (si no lo has hecho ya)

    ResponderEliminar