Esta es la verdadera novela del bicentenario, ha llegado a decir Arturo Pérez-Reverte, que coincidiendo con el 200 aniversinario de la invasión francesa, había publicado "Un día de cólera".
Buena novela esta que he acabado de leer, magníficamente documentada, como suele ser habitual en D. Arturo, que domina las parábolas de los tiros artilleros, cual si estuviera al frente de una batería de costa; que nos indica detalles de relojes de pared o de viejos catalejos, dándonos detalles del tipo de lente o del lugar de fabricación; que nos habla de plantas y flores como si fuera un aficionado a la botánica; que nos lleva de la mano por la ciudad de Cádiz, o por los recovecos de su bahía, como ningún guía turístico sería capaz de hacer. Ya ni hablo de los pasajes de la novela que tienen que ver con el mar, esta es una de sus aficiones preferidas, si no su afición por excelencia, y ahí se desata, porque eso lo sabe ya de natural y no por haberse documentado para la novela.
El libro en sí, es un conjunto de historias que tienen como eje el asedio a la ciudad andaluza en plena ocupación francesa, reducto de la España leal a Fernando VII, donde están reunidas sus cortes. Allí han ido llegando todo tipo de exiliados, refugiados, gente que huye de la invasión o que busca pescar en río revuelto. A ellos se unen los naturales de la zona, sus comerciantes, la clase pudiente que se ha hecho rica a base del comercio ultramarino, los menestrales, las tropas de más variada índole (marinos de la Real Armada, tropas regulares, voluntarios locales...), los desarrapados, los pescadores, heridos y mutilados de las diversas guerras mantenidas por España... A ello se unen las tropas sitiadoras, que también forman parte importante de la trama.
Todo da como resultado un mosaico en el que están reflejados desde el asedio propiamente dicho, a la descomposición del imperio español, pasando por otras muchas facetas. Tomando como eje de la novela una serie de asesinatos de jóvenes gaditanas que, más o menos, coinciden con la caída de algunas bombas francesas y los lugares donde impactan y que el comisario Rogelio Tizón, tratará de resolver, teje el autor una serie de tramas paralelas, entre las que va cobrando importancia la relación entre Lolita Palma, dueña de una de las mayores casas comerciales de Cádiz, con el capitán mercante Pepe Lobo. Una relación que trasciende lo puramente comercial (Lobo es contratado para hacerse cargo de La Culebra, una nave con patente de corso, que fleta, la casa Palma en comandita con otro amigo comerciante), para ir dando paso a una historia romántica llena de sobreentendidos y desgarradora.
El resto de los personajes, Simón Desfosseux (capitán de la artillería imperial), Hipólito Barrul (amigo del comisario), Gregorio Fumagal (espía al servicio de Francia), Emilio Sánchez Guinea (socio y amigo de la Lolita Palma), Lorenzo Virués (capitán de ingenieros español), Felipe Mojarra (habitante de Las Salinas y voluntario de las partidas españolas)..., conforman un grupo de corifeos de lujo. A ellos añadir la figura de Ricardo Maraña, teniente a las órdenes de Pepe Lobo, un personaje que no quiero ni imaginar lo que hubiera dado de sí, si Pérez-Reverte tuviera tiempo y ganas.
Y es que los personajes, en general, dan la impresión de que se ha profundizado poco en ellos, algo que puede ser decepcionante, a mí me quedó un poco con las ganas de algo más, hasta que alguien que había estado en la presentación del libro, dijo que D. Arturo había explicado que ya se ve un poco mayor, que sabe que no tiene mucho tiempo y que se dio cuenta de que tenía varias historias entre manos, pero hubo de elegir, porque de lo contrarío, podría haberse quedado dando vueltas con estas historias para el resto de sus días. Es algo que ya ha dicho en otras ocasiones, que procura elegir bien sus temas, porque las novelas le llevan un promedio de dos años, entre documentarse, viajes y escritura y no dispone del don de la vida eterna.
En fin, que aunque la que se nos presenta como historia central es la de Rogelio Tizón y sus pesquisas sobre los crímenes, yo me quedo con la de Lolita Palma y Pepe Lobo, las incursiones marinas de este, los paseos por la ciudad de ambos, el pasado del capitán y su presente con el inefable Ricardo Maraña, todo un personaje. Esta es la mejor historia de todas las historias que componen "El Asedio"
Pues este aun no lo he leido, pero como me gusta el autor, anotado esta.
ResponderEliminarBuenas noches, monsieur
Bisous
Es interesante la aportación como novela histórica, aunque precísamente por tratarse de Pérez-Reverte, siempre esperamos algo más y aquí noacaba de redondear la historia.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarCreo que el día de hoy se merece una felicitación:
¡¡¡Feliz Martes y Trece, Trecce!!!
Besos.AlmaLeonor
Ni había caído en la cuenta. Muchas gracias Alma.
ResponderEliminar