miércoles, 9 de abril de 2025

SARABAND

 


Treinta años después de divorciarse, Marianne (Liv Ullmann), obedeciendo a un impulso repentino, visita a Johann (Erland Josephson), que ahora vive retirado en su casa de verano en la isla de Dalarna. En la casita del lago, una dependencia de la finca, se alojan Henrik (Börje Ahlstedt), el hijo de Johan, y Karin (Julia Dufvenius), su nieta, hija de Johan. Henrik da clases de violonchelo a su hija y ya ve su futuro decidido. La relación entre padre e hijo es muy tensa, pero ambos protegen a Karin. Todos siguen de luto por Anna, la querida esposa de Henrik, fallecida hace dos años, pero que, en muchos sentidos, sigue presente entre ellos. Marianne pronto se da cuenta de que las cosas no son como deberían y se ve arrastrada, sin quererlo, a una complicada y angustiosa lucha de poder.


Última película de Ingmar Bergman, fue rodada para la televisión sueca. No obstante, hay un montaje ligeramente más largo que se estrenó en cines. 
La película se estructura en diez actos con prólogo y epílogo.


Las relaciones interpersonales, sobre las que tanto gusta reflexionar al maestro sueco, toman cuerpo desde distintos ángulos, desde el amor posesivo y enfermizo del padre sobre la hija, al odio que se profesan padre e hijo. Entre ambas situaciones, llenas de angustia y desesperanza, se mueve Marianne, que se ve involucrada en estas luchas crueles, tratando de dar ánimos a Karin que es utilizada como moneda de cambio entre Johan y Henrik, hasta que, por primera vez en su vida, toma la decisión que marcará su futuro. 
Apoyada en unas magníficas interpretaciones y unos excelentes diálogos, al final parece abrir una ventana a la esperanza que vuelve a cerrarse para dejar las cosas como estaban, pero con Karin liberada de la especie de prisión en que vivía.




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