Tom Ripley (Alain Delon), un cazafortunas, es enviado a Europa por el señor Greenleaf (Barbel Fanger) para buscar a su hijo Philip (Maurice Ronet), un playboy mimado, y llevarlo de vuelta a los Estados Unidos. A cambio recibirá 5000 dólares. Philip engaña a Tom fingiendo que está decidido a volver, pero no tiene ninguna intención de dejar a su prometida, Marge Duval (Marie Laforêt), ni de cumplir los deseos de su padre.
En 1999, Anthony Minghella, la llevaría de nuevo a la pantalla, en un film en el que intervienen Matt Damon, Gwyneth Paltrow, Jude Law, Cate Blanchett y Philip Seymour Hoffman y que lleva el mismo título que la novela original.
Dirigida por René Clément, con música del renombrado compositor italiano Nino Rota, el film es el retrato de un hombre frío y calculador con algunas escenas mejor concebidas que otras. Tras una especie de preludio en el que se nos retrata muy bien a los personajes, comienza un viaje en yate en el que la peculiar relación entre los dos protagonistas masculinos se tensa para ir dando paso a los mejores momentos del film en los que el suspense se adueña de la acción para conducirnos a un final que yo creo que supone en buen colofón para una digna adaptación de una de las novelas más celebradas de su autora.
Otro clásico en su género que explotaba el atractivo de Alain Delon.
ResponderEliminarPues sí, aunque para mi gusto, mucho mejor que el posterior remake.
EliminarSe trataría de un subgénero: aquel en que se buscaba cualquier excusa para sacar un torso masculino.
ResponderEliminarAlgunas veces queda bien, pero otras, en efecto, no es más que un reclamo.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarNo he leído la novela de Highsmith pero desde luego la película es formidable, lo cierto es que el remake tampoco esta nada mal. Hay una escena en particular que me fascina, es esa donde Delon practica con la transparencia en la pared para falsificar la firma, es todo un tutorial...jeje
Saludos!
Yo prefiero esta versión, pero bueno, ya sabes, cada uno con nuestros gustos.
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