Joe Coughlin (Ben Affleck), el hijo menor de un destacado inspector de policía de Boston, hace tiempo que le dio la espalda a su estricta educación. Tras retornar defraudado de servir como voluntario en la I Guerra Mundial, habiéndose prometido a sí mismo que jamás volverá a obedecer órdenes de nadie, se dedica a cometer atracos con sus dos socios, hasta que se topa con los que de verdad mandan en el hampa y le advierten que no van a permitir que vaya por libre, con lo que pasa a estar a sueldo de la mafia italiana. Pero la vida en el lado oscuro tiene un alto precio. En una época en la que hombres ambiciosos y despiadados, armados con dinero en efectivo, bebidas alcohólicas ilegales y armas, luchan por el control, no se puede confiar en nadie, ni en la familia ni en los amigos, ni en los enemigos ni en los amantes. Más allá del dinero y el poder, incluso la amenaza de prisión, un destino parece más que probable para hombres como Joe: una muerte prematura. Pero hasta ese día, él y sus amigos están decididos a vivir la vida al máximo.
El guión, del propio realizador del film, Ben Affleck, adapta la novela del mismo título del escritor y guionista estadounidense Dennis Lehane, en la que cuenta la historia de Joe Coughlin, un tipo que descarrió su camino, incapaz de mostrar interés alguno por la vida honrosa de su padre.
Joe se embarca en un viaje vertiginoso por la escala del crimen organizado que lo lleva desde el destello de la Era del Jazz de Boston hasta el brillo del Barrio Latino de Tampa y las candentes calles de Cuba. En el camino, amigos leales y enemigos insensibles, traficantes y sensuales mujeres, predicadores que citan la Biblia y miembros crueles del Klan, todos luchando por vivir su parte del sueño americano.
Dicen los entendidos que Affleck es un mal actor y que aquí lo demuestra y contagia al resto del elenco (por cierto, todo un lujo la nómina de secundarios del film). Seguramente tienen razón, pero también la tienen en algo en lo que yo sí me he fijado: la realización es magnífica en esta película en la que llama la atención la ambientación, cuidada hasta el más mínimo detalle (se ve que hubo presupuesto acorde). Tiene escenas espectaculares, como la persecución en coches de época o el tiroteo en el hotel donde se hospeda el capo mafioso, además, algunos planos son estética y visualmente maravillosos y muy bonitos, demostrando la pericia y el arte que el Sr. Affleck posee y que quizá le debiera hacer pensar en dedicarse más a lo que sabe hacer que a lo que al parecer, no domina tanto.
Hola.
ResponderEliminarLeí la novela pero aún no he visto la adaptación.
Gracias por la reseña y feliz día.
Muchas gracias a ti.
EliminarUn saludo.
Que tal Trecce!
ResponderEliminarLa tengo relativamente fresca y coincido en lo dicho. Esa puesta en escena es magnifica y dota a la película de una verosimilitud que se agradece. En cuanto a la floja actuación de Affleck, ¿no crees que de no haber sido el quien dirigiese podría haber mejorado su trabajo? Me estaba acordando de que el actor tuvo al parecer serios problemas con el alcohol (algo común en la profesión...) con entradas y salidas de clínicas, quizás este rodaje lo pillo en mal momento.
En todo caso y como ya afirme en otras ocasiones me declaro un fan total de su trabajo, sobre todo tras las cámaras. Estaba comprobando datos y parece que tiene dos proyectos en marcha para dirigir.
Saludos!
Probablemente le iría mejor dedicándose a dirigir, parece que tiene buena mano.
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