En mi época de estudiante, una de las primeras (si no la primera) lecciones en clase de Historia, consistía en explicarnos las divisiones, aquello de Prehistoria e Historia y dentro de esta, las edades: Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea. En el mundo occidental, más concretamente en Europa, el tránsito de unas a otras se suele señalar con algún acontecimiento que se sitúa, más o menos en la frontera entre una de ellas y la que le sigue: La caída del Imperio Romano de Occidente, marca el fin de la Edad Antigua; el descubrimiento de América, el de la Edad Media y la Revolución francesa, el cambio de la Edad Moderna a la Contemporánea, en la que, según los manuales clásicos, nos encontramos y, según otras teorías, acabó, para unos con la Segunda Guerra Mundial, para otros con la llegada del hombre a la Luna, o con la caída del Muro de Berlín.
Es lo de menos, porque lo que quiero subrayar es que el libro de Hillary Mantel se mueve alrededor de uno de los acontecimientos capitales de la Historia mundial, nada menos que equiparable al descubrimiento de América o a la llegada del hombre a nuestro satélite.
La autora británica, que alcanzó el éxito definitivo con su trilogía sobre Thomas Cromwell (En la corte del lobo, Una reina en el estrado y El trueno en el reino), además de los acontecimientos más o menos por todos conocidos que se desarrollaron en la Francia de finales del XVIII, novela sobre las figuras de los principales actores de aquella revolución, nombres que también nos suenan, desde Fréron a Saint-Just, pasando por Marat o Fouquier de Tinville, pero con especial relevancia para tres de sus protagonistas principales, Camille Desmoulins, Georges-Jacques Danton y Maximilien Robespierre. Siguiendo las actuales tendencias igualitarias (en este caso resulta de ley), cobran presencia asimismo, algunas de las mujeres que estuvieron al lado de estos hombres (digo "al lado", porque aún quedan claramente en segundo plano y si se puso más atención en alguna de ellas fue, precisamente, porque se la consideraba fuera de lugar) o fueron coetáneas de ellos: Lucile Desmoulins, Gabrielle y Louise Danton (las sucesivas esposas de Georges-Jacques), Théroigne de Méricourt, María Antonieta o Carlota Corday (a la que, por cierto, no se cita por su nombre, sino con apelativos como la bella y frágil joven o la asesina de Marat el amigo del pueblo).
Y es que, aunque a todos nos suenan estos nombres, a veces sabemos poco de sus vidas fuera de los relevantes hechos en que participaron, por eso resultan curiosas y llamativas las páginas en que la novela se refiere a sus vidas privadas, a su día a día, las envidias que surgían entre ellos, el cariño o respeto que se tenían, las rivalidades, pero también los acontecimientos domésticos, cómo vivían las esposas las infidelidades de sus maridos o estos sobrellevaban las habladurías sobre los posibles amantes de sus esposas, la relaciones con sus pequeños vástagos... De modo que el libro se convierte también en un documento de época en el que recorremos las calles y mercados de París, sus barrios, conocemos cómo era la vida en la capital, pero también en las ciudades y pueblos de provincias, cómo se alimentaban, se vestían o cuáles eran las diferencias sociales y sus consecuencias.
En definitiva, una magnífica novela histórica de las que prestigian el género, sobre unos hechos capitales que contribuyeron a cambiar el mundo con esta Revolución que fue una especie de nueva religión que abominó y, al tiempo, sustituyó al catolicismo dominante en la Francia de la época, con Notre Dame reconvertida en templo de la razón, pero también con sus mártires, sus apóstoles, sus fariseos, sus pilatos y sus judas; una Revolución que acabó como Saturno, devorando a sus propios vástagos y a sus más ilustres impulsores, en cualquier caso, un periodo atractivo, no solo como acontecimiento histórico, sino por sus posibilidades para ser novelado y más si, cual es el caso, lo es con agudeza, de manera documentada y con gran agilidad narrativa.
Hola.
ResponderEliminarMe encanta la novela histórica, en mi biblioteca ocupa mucho espacio, pero hace un montón qu eno leo este género.
Me parece muy original, se sale de lo de siempre y si encima dices que tiene una narrativa ágil y está bien documentada me la apunto.
Muy feliz día.
Eso sí, puedes tener para una larga lectura, porque tiene unas cuantas páginas.
EliminarHola Trecce!
ResponderEliminarPues me has despertado la curiosidad, es un periodo que me parece de lo mas interesante y si además se acompaña de esos aspectos (habrá a quien le parezcan insignificantes, a mi me fascinan...) de la vida y sus costumbres mejor me lo pones. Tomo buena nota.
Saludos!
Cuenta bastantes cosas de lo que podía ser la vida diaria de estos personajes en su entorno más privado.
EliminarUna época convulsa que marca, sin embargo, el inicio del mundo tal y como lo conocemos.
ResponderEliminarDesde luego, el mundo moderno, para bien o para mal, de ahí viene.
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