Travis Bickle (Robert De Niro), es un hombre insociable que apenas tiene contacto con los demás, se pasa los días en el cine viendo películas porno y vive prendado de Betsy (Cybill Shepherd), una atractiva rubia que trabaja como voluntaria en la campaña política del senador Charles Palantine (Leonard Harris) que busca su nominación para las presidenciales. Para sobrellevar el insomnio crónico que sufre desde su regreso de la guerra de Vietnam, donde sirvió como marine, busca un empleo como taxista nocturno en Nueva York. Pero el contacto con las calles de la gran ciudad le acaba transmutando en un psicópata, un hombre violento que no ve más forma de solucionar los males de la sociedad que poniendo en práctica su propia justicia que no deja de ser una venganza contra lo que considera una sociedad viciada y enferma. Recorriendo las noches neoyorquinas, Travis se encuentra con un mundo lleno de traficantes, rateros, rameras, drogadictos, pandilleros, y la más variopinta fauna nocturna. En su penosa existencia, Travis opta por sublevarse contra todo aquello que le rodea, llevándole a una situación límite. Tratando de encontrar ayuda para escapar de su psicosis, pide consejo a Wizard, “El Brujo” (Peter Boyle), un veterano taxista que hace las veces de oráculo para todos los colegas de profesión, encontrando como única respuesta una serie de tópicos (todo se arreglará, diviértete...), por lo que Travis decidirá optar por lo drástico. Un singular contrabandista y traficante, que resultaría cómico si no fuera repugnante, es quien surte a Travis de todo un arsenal de armas de fuego, con las que empezará a entrenarse para matar.
Además de varias nominaciones para los Oscar (no consiguió ninguno), fue galardonada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1976.
Scorsese nos pinta un tipo de hombre que, en cierto modo, responde al estereotipo que desde fuera, tenemos del norteamericano del Medio Oeste, con una cultura básica y, en este caso, algo torpe para las relaciones sociales.
Desinteresado por la política y convencido de que el mundo que le rodea en la gran ciudad en que vive, está podrido y que ni las leyes, ni quienes están a su servicio, sirven para enderezarlo. En una de las escenas, hay una frase que retrata su forma de pensar respecto a esta sociedad, algo así como "Un día caerá una lluvia de verdad y barrerá toda la inmundicia de las calles". En cierto sentido es un fundamentalista, un justiciero que se autoconvence de que aquello lo tiene que arreglar por sí mismo y no tiene inconveniente en llegar a autoinmolarse si fuera preciso.
La narración discurre entre la luminosidad, el orden y la pulcritud de la oficina electoral en que trabaja Betsy, que hace su aparición en el film de blanco inmaculado y la sordidez, la suciedad y la oscuridad del mundo en que trabaja Travis, incluso cuando no está trabajando, su cuarto da la impresión de destartalado y descuidado y no digamos la oscuridad y la mugre del garaje de la compañía de taxis.
El dilema moral que plantea el film queda ahí para que cada tome partido, algo que no resulta sencillo, porque no se trata simplemente de ponerse del lado de las normas que muchas veces, lo que hacen es dejar que la vida fluya con todas sus miserias, o apostar por este "redentor" que se autoconvence de que el mundo hay que limpiarlo cueste lo que cueste. Y es que las cosas, una vez más, no son blancas o negras y los matices de gris abundan por doquier.
A mi modo de ver, Paul Schrader firma un guión de gran fuerza, que Scorsese adorna con largos planos, tomas a cámara lenta y secuencias arriesgadas y Robert de Niro redondea con una gran interpretación de esta especie de mártir salvador en vigilia perpetua.
Que tal Trecce!
ResponderEliminarSupongo que lo de "pelicula de culto" se queda corto. Hace unos años en Londres visitando el mercado de Candem me pille la cazadora (es un modelo muy parecido) que lleva De Niro, no veas lo que pesa...
Una pelicula redonda en todos los sentidos. Buena reseña.
Saludos!
es de esas pelis que, aunque no la hayan visto, a todo el mundo le suena o ha oído hablar de ella alguna vez.
EliminarSe va imponiendo una segunda parte con un conductor de VTC en la Nueva York de hoy.
ResponderEliminarPodría ser.
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