Durante una conferencia sobre lo paranormal que tiene lugar en la capital de Italia, la medium Helga Ulmann (Macha Meril), que tiene gran renombre en los círculos especializados, recibe un extraño mensaje que revela la presencia de un asesino entre la audiencia. De regreso a su apartamento resulta brutalmente asesinada por un asaltante desconocido que le asesta varias puñaladas.
Marcus Daly (David Hemmings), un británico, pianista de jazz que vive en el mismo edificio, es testigo involuntario del sangriento suceso y acabará uniéndose a una fotoperiodista local, Gianna Brezzi (Daria Nicolodi), para investigar la muerte violenta. La periodista y el músico tienen conceptos distintos sobre algunos aspectos, sobre todo el papel de la mujer en la sociedad, mientras Marcus la sigue contemplando como un ser frágil e intelectualmente inferior al hombre, Gianna se muestra como una persona liberada y, aunque no descuida sus armas de mujer, está absolutamente convencida de la necesidad de considerar equiparables a ambos géneros. Estas concepciones diferentes, les distancian, sin embargo, tras llegar ambos a callejones sin salida con sus respectivas investigaciones, dejan de lado sus diferencias y deciden tratar de resolverlo juntos.
Siguen una gran variedad de pistas que parecen no tener conexión entre sí, pero descubren que el asesino los ha estado atacando. Mientras continúan investigando, un amigo hace una contribución importante y armados con esta nueva pista, comienzan a ensamblar el resto de lo que han ido consiguiendo y se apresuran para detener al asesino antes de que vuelva a atacar.
Película que responde en muchos aspectos a los arquetipos que caracterizan el subgénero conocido como "giallo", con escenas que incluyen misterio, asesinatos, ficción detestivesca, horror, música discordante y sangre, mucha sangre producto en ocasiones de espeluznantes y desagradables heridas.
Ello combinado con elegantes movimientos de cámara, una atmósfera que se vuelve opresiva y crea desasosiego, decorados art nouveau y góticos y un par de homenajes al pintor norteamericano Edward Hopper, uno de ellos, que recrea el famoso cuadro "Nighthawks", aparece de forma recurrente a lo largo del film.
Film muy alabado entre los amantes del género, pero que se me antoja bastante insustancial para el público en general e incluso, bastante pobre para quien no guste de esos excesos que caracterizan las películas de Dario Argento, con sus colores chillones, su atmósfera que pasa de lo tenebroso a la luz sin transiciones y un guión que no duda en dar giros inesperados sin que a su realizador le importe demasiado que no tengan base sólida.
Recomendable para los amantes de este tipo de cine, para los demás, curiosa de ver.
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