Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence), vencedora de los Juegos del Hambre, ha sido llevada a un lugar seguro en una gran instalación subterránea junto con Gale (Liam Hemsworth), su madre (Paula Malcomson) y su hermana Primrose (Willow Shields). Katniss se ve atormentada por pesadillas que le recuerdan todo lo que ha vivido en la arena de los Juegos. Su compañero de desafío, el tributo Finnick Odair (Sam Claflin) también está en la base, aparentemente sufriendo de estrés postraumático, mientras teme por la vida de su novia Annie (Stef Dawson). Katniss recibe la visita del coronel Boggs (Mahershala Ali), que le hace saber que el Distrito 13, donde residen actualmente, fue bombardeado por el Capitolio hace 75 años en represalia por su participación en la rebelión. Sin embargo, sin el conocimiento del Capitolio, que ha hecho creer al resto de la nación que el Distrito 13 dejó de existir, los sobrevivientes lograron construir un búnker subterráneo debajo de las ruinas. Boggs acompaña a Katniss ante la presidenta del Distrito 13, Alma Coin (Julianne Moore), a la que acompañan Plutarch Heavensbee (Philip Seymour Hoffman), un antiguo general del Capitolio, que resulta ser un aliado inesperado de los rebeldes, y Beetee (Jeffrey Wright), que diseñó los sistemas de seguridad del Capitolio y ahora se encuentra en silla de ruedas. Coin expresa su admiración por la valentía de Katniss, así como su condolencia por la destrucción del Distrito 12, la presidenta explica a Katniss, que destruyó la transmisión en vivo durante los Juegos del Hambre anteriores y provocó una rebelión masiva en los Distritos. Sin embargo, ella cree que una guerra solo puede ser exitosa si todos los distritos están completamente unidos contra su enemigo común, el poderoso Capitolio. Beetee revela que su trabajo en el diseño de las defensas y el sistema de transmisión del Capitolio, le ha permitido encontrar una forma de comunicarse con otros distritos y hackear el canal de noticias del Capitolio. Como Katniss se ha convertido en la personificación del Sinsajo, el símbolo no oficial de la rebelión, Coin y Heavensbee, quieren que haga una serie de películas de propaganda para ganarse a las personas que aún no se atreven a tomar partido contra el Capitolio.
Podríamos hablar de posibles mensajes que pueda intentar transmitirnos la película a través de determinadas situaciones, como la manipulación propagandística a que es sometida Katniss o el lavado de cerebro que sufre Peeta (Josh Hutcherson), pero lo único que voy a decir de este film es que la sensación con que termina el espectador es que acaban de tomarle el pelo y que, de forma innecesaria, han dividido la adaptación del último libro de la trilogía de los Juegos del Hambre, en dos películas y que en esta primera, prácticamente no ocurre nada y podría haber formado parte perfectamente de la siguiente, sin ocupar más de 15 o 20 minutos. Así que saquen sus consecuencias.
Joder con el Capitolio, será cosa de Trump jajaja. Por lo que cuentas, con esta película el resto, sobra; incluso de esta hasta la mitad.
ResponderEliminarSalud Trecce.
Da la sensación de que han alargado la historia para poder hacer dos películas en lo que debería haber sido una.
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