Durante la guerra que desangró y desmembró la antigua Yugoslavia, el Ejército español participa en una misión internacional que se establece en la zona fronteriza entre Serbia y Kosovo.
Un pelotón de zapadores se apresta para reparar una estación de transformación eléctrica que ha sido saboteada y que ha dejado sin energía eléctrica a una población que se asienta en lo que otrora fuera un idílico valle.
Junto a un grupo de soldados franceses, los españoles se dirigen a la zona de exclusión, conocida como "territorio de sombra", donde los paramilitares de los señores de la guerra locales, imponen su ley. En su desplazamiento se ven detenidos en un control de uno de estos grupos irregulares y se establece una tensa negociación entre el oficial francés al mando y los paramilitares que acaba en un sangriento tiroteo en el que los soldados franceses perecen (excepto uno) y los españoles van a parar a un río de rápida corriente cuando están a bordo de su vehículo blindado que amenaza con hundirse con todos ellos en el interior. Salen como pueden, rodeados de fuego hostil y cuando consiguen reunirse aguas abajo, comienzan a ser conscientes de que no saben muy bien dónde se encuentran exactamente y tienen dudas de que el resto del contingente internacional lo sepa y pueda venir en su rescate.
Actores jóvenes, unos medios que no están nada mal para lo que es el cine español y una idea inicial que promete. Sin embargo la cosa nunca acaba de funcionar, como si el guión se moviera en una deriva de no saber muy bien para dónde tirar, si hacia el lado épico o hacia la justificación pretendidamente antibelicista del film.
Esta indefinición, junto a unos diálogos pobres, cuando no irreales y una muy mejorable definición de muchos de los personajes y de los acontecimientos (nunca llegamos a distinguir con cierta claridad a los albanokosovares de los serbios) juegan en contra del desarrollo del film.
En cuanto a algunas escenas que han sido criticadas por cómo están planteadas, decir que por más surrealista que nos pueda resultar, situaciones de tanta ineptitud o más, se dan en la vida real de estas misiones, aunque es cierto que hay cosas que chirrían un poco más de la cuenta y que son incluso absurdas por no decir que siente uno un poco de vergüenza ajena al asistir a la manera en que son narradas.
El film pretende centrarse en un mensaje representado sobre todo por el soldado Vidal (Eloy Azorín), un tipo idealista que está convencido de que se halla dentro de una misión humanitaria y está dispuesto a ayudar a los civiles del lugar, hasta que, por la fuerza de los acontecimientos, acaba convertido en una despiadada máquina de matar.
En lo positivo, el esfuerzo por afrontar un género con tan poca tradición en el cine español (salvo como descarado intento de enaltecimiento de determinada situación política), aunque es penoso que en su momento, en la propaganda y las declaraciones de los intervinientes en el film, no hacían más que repetir que no era una película bélica. Tanta disculpa me da mala espina.
También la manera pudorosa con la que Calpasoro nos hace llegar la violación de la soldado Balbuena (Carla Pérez), mediante una elegante elipsis a la que la intérprete aporta su buen hacer gestual, demostrando que para transmitir el drama de una situación, no hace falta regodearse en ella.
Lograda fotografía de Josep M. Civit, unos muy logrados efectos especiales y una banda sonora compuesta por el grupo de pop electrónico español NajwaJean, para este film que tiene algunas buenas escenas alternadas con otras que dejan qué desear y le quedan a uno con la impresión de que pudieron haber sacado mucho más jugo a la idea de haber trabajado un poco más el guión.
Un film entretenido, pero que te deja un sabor final de cierta confusión.
Un film entretenido, pero que te deja un sabor final de cierta confusión.
No la he visto, pero por lo que cuentas, con una vez que se vea suficiente.
ResponderEliminarAbrazo Trecce
La película no está mal, aunque flojee en algunos aspectos.
EliminarCreo que fue un buen intento de adentrarse en el cine bélico de una forma similar a como lo hace Holywood, probablemente se pagó la falta de experiencia en el género. A mi me pareción un Black Hawk derribado a la española, no llegó a cuajar pero puede ayudar si alguien se mete a ello a que con el tiempo se consigan buenas películas fuera de lo habitual en nuestro cine.
ResponderEliminarYa veo que lo matizas, lo del parecido a "Blach Hawk" con la frase "a la española", entiendo lo que quieres decir, pero con todos mis respetos y a pesar de las matizaciones, no le llega a la suela de los zapatos.
EliminarCoincido en que no le llega a la altura de los zapatos, dejé la frase mal escrita en realidad quería decir "un intento de Black Hawk a la española", a veces pienso más rápido de lo que puedo escribir y se me quedan las cosas a medias....
EliminarCreo que sería un buen camino para el cine bélico español, para abandonar de una vez la guerra civil y sus secuelas, con buried-enterrado les salió algo mejor.
En eso coincidimos, hay que darle valor como intento de explorar un tipo de cine con poca tradición en España.
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