Mucha gente desconoce que hubo españoles en la guerra de Vietnam. Franco los había enviado en absoluto secreto (muy típico) y como misión humanitaria, parece que este era el sino del futuro del Ejército Español.
Se trataba de oficiales y suboficiales de Sanidad que se presentaron voluntarios. Fueron doce en el primer viaje, que serían relevados por otros más posteriormente.
Estuvieron en el mítico delta del río Mekong, allí fue plantada la bandera española, no sé si de verdad, pero al menos allí estuvieron soldados españoles tratando de paliar los desastres de una guerra tan absurda como tantas otras.
Lo que sabe aún menos gente es que entre todos estos compratiotas, hubo un zamorano, el coronel Francisco Faúndez, que en aquellos momentos (él debio llegar allí en 1966) contaba 32 años y venía de haber prestado servicios en las Tropas Nómadas en Smara, en lo que entonces era el Sahara Español.
Quizá un día vuelva sobre este asunto de los españoles en Vietnam, cuando tenga ganas y tiempo de comprabar algunos detalles sueltos que no me acaban de cuadrar bien.
Quede, de momento, este pequeño homenaje a un zamorano que, como los otros que allí estuvieron, se encontró con que cuando acabó la misión en 1971, nadie fue a recibirles, su regreso, como su partida, fue casi clandestino.
En Vietnam, durante los seis primeros meses de su estancia, atendieron a más de 23.000 personas, fueron condecorados tres veces y, como reconocimiento a sus servicios, pusieron a un puente su nombre: Puente de España. Mientras, aquí, la boca cerradita, como si nos diera vegüenza todo lo que hacemos.
Sería muy interesante conocer si vive aún este personaje, el coronel Faúndez. Asunto que puede dar para un gran reportaje-crónica periodístico o simplemente material literario para una novela corta, Otra nueva etiqueta zamoranos en... Vietnam.
ResponderEliminarEn 1984, el diario EL MUNDO, publicó algo sobre el asunto y se desprende del contenido del artículo que entonces seguía vivo, porque ponen palabras en su boca. Supongo que le entrevistaron.
ResponderEliminarEn qué estaría yo pensando. El reportaje de EL MUNDO es del 2004. Mis disculpas.
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