viernes, 4 de enero de 2013

PESADILLA ANTES DE NAVIDAD

En la Ciudad de Halloween, todos los años celebran la fiesta que lleva su nombre por todo lo alto.
El ídolo de los ciudadanos es Jack Skellington, un tipo galante y bien parecido para los gustos de los allí viven, claro, pues se trata de un esqueleto. Él es quien organiza todos los años la fiesta y, aunque siempre triunfa y es alabado por todos, no se muestra demasiado satisfecho y pretende innovar para el año venidero.
Jack descubre la Navidad y queda fascinado por ella, las luces de colores, los regalos, la nieve... Así que decide que la fiesta que va a organizar es esa, para lo cual trata de empaparse de su verdadero espíritu, como él dice, quiere comprenderla científicamente, pero no es capaz de asimilar su verdadera esencia.
Pone a toda la ciudad en marcha, envolviendo regalos, haciendo cadenetas, árboles de navidad, pero todo ello es lo más horroroso que podamos imaginar y además, como colofón y para que no interfiera en su actuación, secuestra a Santa Claus.
Sólo Sally, la costurera, enamorada secretamente de Jack, es capaz de ver que todo aquello va a ser un desastre.


El guión de Michael McDowell, adapta un argumento ideado por Tim Burton. De hecho el film está impregnado de ese imaginario que nos hace reconocer las pelis de Burton, aunque en esta ocasión esté dirigida por Henry Selick que, por cierto, hace un buen trabajo.
 

Bien ambientada, con unos fondos de novela gótica y unas animaciones muy bien logradas, tan originales como el propio argumento. Y la música que a algunos les parece que tiene excesivo protagonismo, en el sentido de que les cansa, yo creo que está bastante bien, las canciones forman parte del relato, no sólo eso, sino que son las que lo conducen y algunas de ellas son realmente brillantes, con unos ritmos muy pegadizos.


Aunque se le pueden buscar mensajes, yo creo que este es uno de esos films que hay ver sin buscar más allá, disfrutando de la peculiar estética y de esos horripilantes seres que se nos hacen tiernos y adorables y a los que llegamos a coger cariño, sobre todo a Sally, esa magnífica costurera que siempre tiene que coser las partes que se le caen.




2 comentarios:

  1. No la he visto, pero eso de secuestrar a Santa Claus, no está nada mal, aunque para los niños suponga un palo.

    Saludos Trecce.

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