lunes, 14 de enero de 2013

TANGO

Mario Suárez (Miguel Ángel Solá) ha recibido el encargo de dirigir un espectáculo teatral que llevará por título Tango.
Mario está atravesando una crisis sentimental, su compañera le ha abandonado, pero al mismo tiempo será la protagonista del espectáculo que se está montando.
Una de las personas que financian el proyecto, es Angelo Larroca (Juan Luis Galiardo), un tipo peligroso que está enamorado de Elena Flores (Mía Maestro), una joven promesa del baile. Larroca le pide a Mario que le haga una prueba a Elena, que está muy interesado en ayudarla en su carrera. Mario accede y descubre que la chica tiene actitudes, por lo que recibirá un papel importante en la obra.
Mario acaba enamorándose de Elena.



Con un guión bastante endeble, Saura se embarca en lo que realmente desea, un film que, por encima de otras consideraciones, es un homenaje al tango y a su espíritu.


La película, como queda anunciado al principio, filma el montaje de un espectáculo que, por momentos llegamos a pensar que es una película, aunque después nos va quedando más o menos claro que es un espectáculo teatral. Aunque en algún instante pueda resultar complicada de seguir, es cierto que se nos va indicando a los espectadores aquello a lo que debemos prestar atención. Por ejemplo, si el técnico de ilumnación le está haciendo propuestas sobre tonalidades al director y le dice que se lo va a mostrar, sabemos que en los siguientes planos, aparte de la historia general, debemos estar atentos a ese aspecto concreto.


Es una película muy particular, de estos caprichos que Saura se puede permitir de vez en cuando, visualmente muy bella y con una banda sonora de gran nivel. Por la que desfilan personajes de la talla de Julio Bocca, Enrique Pinti, la leyenda del tango Juan Carlos Copes o la misma Mía Maestro que junto a la otra protagonista femenina, Cecilia Narova, están espléndidas.


La película, en representación de Argentina, estuvo nominada para el Oscar en el apartado de mejor film de habla no inglesa.
No es película para recomendar a cualquiera, pero quien ame la danza en general y el tango en particular, no se sentirá defraudado.




6 comentarios:

  1. Me gustó, quizás por lo que dices; porque el baile del tango me gusta. Y si era cantando tangos el genial Carlos Gardel aquello ya eran palabras mayores.

    Saludos Trecce.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En este film, creo yo, hay que olvidarse de lo demás y gozar de ese baile universal que tanto significa para los argentinos y que gusta a tantos otros.

      Eliminar
  2. Me gusta la danza y si además es de Saura. Tengo qué verla!

    ResponderEliminar
  3. Qué casualidad, hoy lunes asistiré a mi segunda clase de Tango (no paro). La semana pasada vi esta peli peculiar, como bien dices; muy bella para los amantes del tango.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tiene alguna cosa un tanto chirriante, pero todo se salva con el tango, con las apariciones breves, pero tan elegantes, de nuestro Juan Luis Galiardo y con un final que casi vale por toda la peli, salvando los tangos, claro.

      Eliminar