martes, 1 de enero de 2013

KUBRICK Y LA FILOSOFÍA

A veces los demás ven cosas en tu obra que a ti ni se te hubiera ocurrido que estuvieran allí, ni mucho menos pensaste en ellas cuando estabas realizando tu trabajo. Créanme, se lo digo por experiencia, no es que yo sea un creador ni por asomo, pero alguna vez en mi vida (una de ellas la recuerdo vívamente), la gente de mi entorno primero y, después, algunos que ni me conocían, comenzaron a interpretar algunas cosas que había dicho, algunas teorías que había apuntado y a sacar conclusiones que no estaba en mi ánimo llegar a suscitar, de hecho, mis intenciones nada tenían que ver con todo aquello y me vi sorprendido, sobrepasado por todo aquello, hasta darme cuenta de que nada de lo que había dicho estaba ya en mi poder y había pasado a manos de los otros.
Que Stanley Kubrick sea el mejor director de cine de todos los tiempos es algo que algunos aficionados y entendidos (no sé si muchos o pocos) ponen en cuestión; pero lo que nadie pone en duda (incluso aquellos a quienes no les gusta su cine) es que estamos ante uno de los grandes de la realización y, sobre todo, ante uno de los directores más influyentes. Todas y cada una de sus películas, son buenas películas y algunas de ellas (sí, sí, varias) son reconocidas como grandes obras, de las que figuran en las antologías.
Mi preámbulo, algo engreído, por cierto, viene a cuento de las inmensas opciones de descubrir "cosas" que nos ofrecen las cintas del maestro neoyorkino, seguramente algunas de esas "cosas" que sus películas transmiten las descubriría el propio realizador de la mano de quienes las ponían de manifiesto, porque algunas de sus películas son un verdadero universo de ideas y pensamientos. Varias claves nos dan a entender que esto es así, una de ellas es que cada vez que revisionamos uno de sus films, descubrimos algo nuevo y es que el cine de Kubrick, como dice el autor del libro, es para ser visto más de una vez. Pero ojo, aquí viene otra de las grandezas de este maravilloso legado, el hacerlo no nos cansa. Cualquier aficionado al cine sabe que hay pelis que cuando las vemos, estamos convencidos de que no vamos a necesitar volver sobre ellas, es más, muchas veces, hacemos propósito de no "perder el tiempo" viéndolas de nuevo. Con el cine de Kubrick tenemos garantizada la amenidad en los visionados posteriores. Bien sea por la calidad estética, bien por la profundidad del mensaje, o bien por ambas cosas (y otras más, incluso). Es conocida la anécdota de Woody Allen sobre "2001: Una odisea en el espacio", película que, al parecer, no le gustó o no entendió la primera vez que la vio: “Después de haberla visto repetidas veces, me di cuenta que es la primera vez que siento que un artista está “muy” por encima de mí.”
El profesor José Manuel Campillo, comparte con nosotros, a través de las líneas de su libro, las connotaciones filosóficas que aprecia en los once títulos principales de la filmografía de Kubrick, desde "Atraco perfecto", hasta "Eyes Wide Shut", va analizando algunos de los aspectos de estos films que le sugieren concomitancias con los postulados de algunos de los grandes filósofos, desde Platón y Aristóteles pasando por Nietzsche, Rousseau o Marx, hasta el conductismo, el existencialismo y otras doctrinas y corrientes.
Campillo auna sus conocimientos sobre las corrientes filosóficas y su pasión por el cine para traernos una obra que resultará deliciosa para los amantes del cine de Kubrick y una buena guía para aquellos que aún no se han acercado a su filmografía, pues, porque no sólo de filosofía vive el hombre, también hace acertados análisis sobre los valores cinematográficos de las obras que repasa, las interpretaciones de los actores, la fotografía, el guión... Un libro de lectura amena, muy bien documentado y en el que el autor combina bien la pasión por el asunto que se trae entre manos y el rigor a la hora de buscar sustento a las conclusiones que nos ofrece.
 
 
 

8 comentarios:

  1. Algo parecido pasa con Da Vinci. Si pudiera leer todas las teorías que se han sacado sobre su última cena alucinaría en colores.
    Y en cuanto a Eyes Wide Shut, ¿quién no ha salido del cine con una sonrisa de oreja a oreja aunque no le haya gustado la película?

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    1. José Manuel Campillo, que es un lince, pues parece que se adelanta a las preguntas o comentarios que nos pueda sugerir el libro, dice en su obra: Cuánto
      podríamos apreciar hoy La Gioconda si Leonardo hubiera
      escrito en la parte inferior del cuadro: “Esta mujer está
      sonriendo porque tiene los dientes careados” o “porque está
      escondiendo un secreto de su amante”.
      Y lo dice cuando habla de "2001: Una odisea del espacio", película de la que Kubrick esperaba que cada espectador sacara sus propias conclusiones.

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  2. Hay personas que donde ponen la mirada, parece que pusieran un mundo entero con su filosofía y todo.

    Saludos

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  3. Mi vehemente seguimiento del cine de Kubrick me llevo a analizar sus cine desde muchos aspectos, éste es muy importante. Tengo este que certeramente reseña Trecce y recomiendo el de Jerold J. Abrams, un profe de Nebraska.
    El cine de Kubrick esta cercano al existencialismo. Todos los sujetos (el YO) se enfrentan al mundo externo, hostil, indiferente, agresivo: natural, instituciones... Muy interesante tu propuesta amigo.

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    1. Eso defiende Abrams en su libro, que su visión filosófica resulta ser muy afín al existencialismo.

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  4. Yo creo que los grandes genios y personajes, son a veces muy complejos para entenderlos.

    Saludos Trecce.

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    1. Hay películas de Kubrick, donde el mensaje es muy sencillo de entender. La opinión que le merecen las guerras o los militares (más concretamente los altos mandos), está meridianamente clara en "Senderos de gloria", por ejemplo.
      Otra cosa es que, normalmente, el mensaje no suele ser sólo uno, sino que bajo la apariencia de lo que vemos a primer golpe de vista, hay más cosas. Por eso lo de que sus películas son para verlas más de una vez.

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