Sonny Crawford (Timothy Bottoms) y Duane Jackson (Jeff Bridges) son dos grandes amigos que viven en la pequeña localidad de Anarene (Texas), en esa especie de paréntesis que transcurre entre la II Guerra Mundial y el conflicto de Corea.
Transitan desde la adolescencia a la madurez pasando el tiempo lo mejor que pueden y saben, entre un viejo cine, un salón de billar y... las chicas.
Jacy Farrow (Cybill Shepherd), la chica con la que sale Duane, es muy popular entre los chicos de la escuela, y ella lo sabe, desplegando toda su capacidad de manipular con ellos. Su padre es rico y su madre guapa y desinhibida, todos están de acuerdo en que quienquiera que conquiste el corazón de Jacy será un triunfador que tendrá, prácticamente, su vida resuelta, sin tener que preocuparse por lo que venga mañana.
Pero Anarene está sufriendo una muerte silenciosa mientras la gente se dirige a las grandes ciudades para ganarse la vida y criar a sus hijos. Los jóvenes se debaten entre un futuro en algún lugar más allá de las fronteras de la ciudad o conformarse con su inevitable decrepitud.
A medida que se acerca la graduación de la escuela secundaria, aprenden algunas importantes lecciones sobre el amor, la soledad y los celos.
Adaptación de la novela (publicada en 1966) del mismo título que el original de la película, de Larry McMurtry, que firma también el guión junto al propio realizador Peter Bogdanovich. El guión estuvo nominado al Oscar, un premio que McMurtry acabaría ganando casi 35 años después por su trabajo en Brokeback Mountain.
Peter Bogdanovich consigue hacer magia con el tedio y el pesimismo. Parca en ambientación, la película transmite las sensaciones del ocaso de una época representada en un pueblo azotado por el viento, que se muere y se hunde en el polvo y la arena que se adueña de sus calles, en la tristeza y la desesperanza que el blanco y negro subrayan.
Jamás contemplé escenas de sexo más explícitas y desprovistas de artificio, no se muestra nada y se muestra todo, pero ese todo está despojado del glamour que inunda las pantallas o de la provocación que buscan otras películas, aquí todo es sencillo, natural y, por eso mismo, real y, en cierto modo, desapasionado.
Anarene se muere, como se muere su sala de cine, dicen que por culpa de la televisión que ha venido a encerrar a las personas aún más dentro de sus hogares. Es cierto, también por eso, pero el cine cierra porque el pueblo está a un paso de desaparecer, como desaparecen las almas nobles y pulcras que van quedando: Billy (Sam Bottoms), el jovencito retrasado mental o Sam (Ben Johnson), esa especie de marinero en tierra , curtido en mil batallas y con una sabiduría natural que le lleva a diseccionar con precisión los males del momento.
Llena de amargura y pesimismo, envuelta en la nostalgia de los tiempos pasados, vemos en ella retazos del cine de Ford y un tributo al cine que Bogdanovich admiraba y amaba.
Es una de mis películas de cabecera. Triste y hermosa. El mejor film de Bogdanovich con diferencia.
ResponderEliminarSaludos.
Yo también lo creo.
EliminarUn saludo.
Magnífica película, un coming-of-age al estilo de Bogdanovich, y es verdad que con un poco de Ford (hasta sale Ben Johnson).
ResponderEliminarEn cierto modo, un homenaje al gran maestro.
EliminarUna película mítica. El 11 de noviembre de 2011 (11/11/11) la antigua sede de la Filmoteca de Catalunya cerró sus puertas con una proyección de "The Last Picture Show". El aire crepuscular que desprende, ese pueblo que, como dices, se va muriendo poco a poco, la hacen especialmente idónea para finales de etapa como el que tal vez estemos viviendo ahora.
ResponderEliminarEs que todo un canto a la muerte por desidia, a esos lugares que el tiempo se traga sin que nadie sepa muy bien por qué.
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