sábado, 30 de enero de 2021

HOY EMPIEZA TODO

 


Daniel Lefebvre (Philippe Torreton) es el director de la escuela infantil de un pueblo minero del norte de Francia, en el que el 30% de sus 7.000 habitantes está en paro a causa de la crisis de la minería. Las relaciones de Daniel con sus padres, pero también con Valeria (Maria Pitarresi), su prometida y el hijo de esta, tampoco son del todo fluidas. Sin embargo, sigue adelante con el personal del jardín de infancia, todos haciendo todo lo posible para educar a los niños de una sociedad gravemente perturbada. Un día, la madre de una alumna llega borracha a la escuela, sufre un colapso, cayendo en medio del patio y huyendo después, avergonzada, dejando allí a su bebé y a su hija de cinco años. El director llevará a los dos niños a su casa y cuando ve las condiciones en que viven, sin luz desde hace meses y sin apenas recursos, decide implicarse aún más.


Es una crítica de la indiferencia y burocratización del sistema de asistencia social, de las autoridades que miran a otra parte, de los ciudadanos que piden ayuda y bendicen el comunismo, pero cuando pierden los beneficios se marchan llorando a un partido de ultraderecha, de un sistema pasivo, despreocupado de la realidad y más interesado en informes y tecnicismos que en los problemas diarios, pero es también una película optimista, que llama a la responsabilidad de todos los integrantes de la comunidad y que muestra la posibilidad de mejorar el sistema desde dentro. 
Es asimismo un homenaje a la figura de todos esos docentes implicados en el desarrollo intelectual y moral de sus alumnos, que va mucho más allá de aprender a leer o escribir, a aquellos que han comprendido que, hoy en día, tal y como están las cosas, la escuela se ha convertido en algo más que un lugar de aprendizaje intelectual y que a los alumnos hay que enseñarles de todo, desde el comportamiento en sociedad, hasta la manera de encarar el futuro. Eso por no hablar de la lucha diaria contra las formas de violencia (racismo, sexismo, acosos varios...), a favor de auspiciar la convivencia multicultural, o lidiar con padres que no siempre tienen actitudes civilizadas. Todo ello en un entorno que a veces resulta hostil, empezando por las propias autoridades, más preocupadas por la forma que por el fondo o por la sociedad, que ve en los profesionales de la educación una especie de casta privilegiada con muchas vacaciones, obviando todo lo demás.


En la película aparecen actores profesionales y otros que no lo son, contribuyendo esta mezcla a la sensación de naturalidad y fluidez que se observa en todo su desarrollo. Con ciertas técnicas del documental, el film abunda en planos de larga duración, secuencias bien planificadas y de filmación nada sencilla, pues en muchas ocasiones la cámara se mueve entre los niños, en el patio o las aulas, sin tropezar y sin movimientos bruscos, con un llamativo y bien conseguido trabajo de edición para montar todos estos largos planos. 
Me ha gustado también el acompañamiento musical, escueto, pero muy bonito.
Se agradece que una película de clara temática social, rehuya el tono panfletario que suelen tener muchos de estos films, presentando las cosas sin ocultar nada, pero sin aprovecharse de la emotividad y la dureza de muchas de las circunstancias que vemos. Buenas actuaciones para un gran trabajo de Bertrand Tavernier, uno de los mejores realizadores del cine contemporáneo, una magnífica película.
A quienes os guste el mundo de la educación y sepáis apreciar los desvelos y esa cierta heroicidad que supone el trabajo diario de quienes se dedican a ello vocacionalmente, os animo a verla, os gustará. Y quienes conozcan de cerca ese mundo, reconocerán muchas de las situaciones que se reflejan en el film.




4 comentarios:

  1. Precisamente porque me dedico a la docencia, esta película me ha provocado siempre una cierta vergüenza ajena. No pongo en tela de juicio que Tavernier sea un enorme cineasta (ni siquiera me parece que "Ça commence aujourd'hui sea un mal filme), pero me cuesta entrar en esa heroicidad, a la que haces referencia, frente a la burocratización del sistema porque lo encuentro un planteamiento un tanto maniqueo. Lo cual es probable que sea culpa mía por deformación profesional, lo admito.

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    1. Tal vez Tavernier quiere contar demasiadas cosas y el guión no da para tanto.

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  2. Que tal Trecce!
    Se agradece la opinión de Juan, es parte implicada. El tema de la enseñanza y las aulas daría para mucho. Tengo dos cuñadas profesores y solemos hablar del asunto de vez en cuando, sigo pensando que la labor que llevan a cabo no esta lo suficientemente reconocida.
    Saludos y feliz semana!

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    1. A mí me gustó mucho y creo que refleja bastante bien la dura y triste realidad del docente, solo compensada por lo gratificante del trato con los niños y algunas familias.

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