Colección de relatos breves que se mueven entre una especie de moralidad totalmente trasnochada, incluso excesiva y el misterio con tintes policiacos, donde el autor se desenvuelve bastante bien y con el que logra alguna obrita que se acerca a la perfección, cual es el caso de La comendadora o la conocidísima El clavo.
Fue publicado por primera vez en 1881 y contiene once relatos, precedidos por una dedicatoria fechada el 1 de mayo de 1881 a los Sres. D. Mariano Catalina y D. Nazario de Calonge, en la que da cuenta de la naturaleza de "esta serie de novelillas". Le sigue una "Sinfonía". Conjugación del verbo «amar», un breve diálogo protagonizado por diversos personajes tipo (una coqueta, un romántico, un anciano...).
En alguno de los relatos se puede atisbar la larga sombra de Edgar Allan Poe, un autor por el que Alarcón fue uno de los primeros (si no el primero) intelectuales españoles que mostró interés por su obra.
Respecto al título, y por si alguien se llama a confusión, el autor hace una aclaración, refiriéndose a las narraciones eróticas, que dejan palmariamente diáfano que aquello de erótico, tiene más bien poco: "amatoria es, efectivamente, hasta rayar en alegre y aun en picante, la forma exterior o vestidura de casi todas ellas. Pero, en buena hora lo diga, ni por la forma, ni por la esencia, son amatorios al modo de ciertos libros de la literatura francesa contemporánea", referiéndose, con toda seguridad, a las novelas pornográficas de la época.
Joaquín Melitón de Alarcón y Ariza escribe muy bien. Y es uno de nuestros literartos que puso broche final a toda una época, la época del romanticismo.
ResponderEliminarComo Valera, Pereda, etc., clasificado como conservador y, por tanto, apartado de las antologías.
EliminarEscritor decimonónico de escasa influencia liberal y que por lo tanto estaba más cerca de los quisquillosos victorianos y sus hipócritas costumbres.
ResponderEliminarEn realidad fue evolucionando en sus ideas, desde posiciones que casi eran radicales en su progresismo, hasta una posición claramente moralista.
EliminarVamos, que lo más erótico del libro es la portada.
ResponderEliminarQue encima no es de él.
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