El médico a palos (Le médecin malgré lui), representada por vez primera el 6 de agosto de 1666 y traducida al español por Leandro Fernández de Moratín, es una comedia escrita por Molière en la que narra la historia de un hombre común, cuya esposa, para castigarle, difunde la especie de que es un médico notable, pero que sólo acaba confesando su condición de tal si se le propina una paliza.
Su primer trabajo, al que se niega, hasta que recibe una buena tunda, es atender a una joven enferma la cual no padece ninguna enfermedad sino que se finge tal porque no está de acuerdo con el casamiento que su padre le impone. Distintos enredos se dan en esta obra los cuales terminan con un final feliz para todos.
La obra pretende principalmente la diversión del público, objetivo que Molière obtiene sobradamente, con la maestría que le caracteriza.
La temática del médico y la medicina, son casi recurrentes en la obra del autor francés. En esta y en otras obras suyas, como la también muy conocida El enfermo imaginario, se contienen algunas frases, casi máximas en tono jocoso, que merecen ser recordadas:
- "Casi todos los hombres mueren de sus medicinas, no de sus enfermedades."
- "El mejor signo que puede haber es que el médico haga reír al enfermo."
- "Solo se puede morir bajo prescripción médica."
- "El médico es ese hombre que se mantiene a la cabecera del enfermo hasta que la medicina lo mata o la naturaleza lo cura."
- "Médicos. Hombres de suerte. Sus éxitos brillan al sol...Y sus errores los cubre la tierra."
- "Los médicos no son para eso; su misión es recetar y cobrar; el curarse o no es cuenta del enfermo."
- "La muerte es el remedio de todos los males; pero no debemos echar mano de éste hasta última hora."
- "El hábito no hace al monje, pero si al médico: En cuanto se habla vistiendo toga y birrete, toda charlatanería resulta sapiencia, y todo desatino se convierte en razonable."
Joder que frases más cojonudas, para mí las quisiera. En cuanto al médico, pues nada, si de vez en cuando se le pega una paliza, y se siente más realizado: "leña al mono".
ResponderEliminarSaludos Trecce.
Las tuyas no son malas tampoco.
EliminarTanto El médico a palos como en El enfermo imaginario son dos comedias muy entretenidas. Los espectadores, se lo pasan bomba con las aventuras del leñador Bartolo y las ocurrencias de su mujer Martina para castigarle. Molière es Molière.
ResponderEliminarComo tantos clásicos, más actual de lo que pudiera parecer.
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