Tras la rendición japonesa en la Segunda Guerra Mundial, el general Douglas MacArthur (Tommy Lee Jones), vuela hasta Tokio como Comandante en Jefe del ejército de ocupación, en realidad, la máxima autoridad del país en ese momento.
La capital es una ciudad devastada por los bombardeos que han reducido a escombros más del 50% de su superficie.
El principal objetivo de MacArthur es la reconstrucción de Japón, pero antes, debe solventar un obstáculo, pues aunque en principio el gobierno estadounidense puso al emperador en la lista de personas protegidas, acaba de sacarlo de ella y pesa sobre los hombros de MacArtur la decisión de si debe ser juzgado por crímenes de guerra o exonerado de todo responsabilidad.
Desde Washington se les da un plazo de 10 días para decidir sobre el asunto y el Comandante en Jefe, encarga al general Bonner Fellers (Matthew Fox) que haga las averiguaciones oportunas y obtenga pruebas de si Hirohito (Takatarô Kataoka) fue responsable del ataque a Pearl Harbour y, por tanto, del inicio de la guerra, o no.
Fellers es un enamorado de la cultura japonesa, de hecho, tuvo una novia, una muchacha japonesa de intercambio, Aya (Erico Hatsue), a la que conoció en EE.UU., que le ha introducido en algunos aspectos de esa cultura.
Fellers ha perdido contacto con Aya por culpa de la guerra y, al tiempo que se dedica a su trabajo, encarga al traductor y conductor que le han asignado, que localice a Aya, de la que sigue enamorado.
EE.UU. ha ganado la Guerra del Pacífico, ahora se enfrenta a la tarea de "ganar la paz", un asunto que puede parecer baladí, pero la Historia demuestra cuántas veces, una "mala paz", ha traído en el tiempo, consecuencias nefastas.
MacArthur fue muy criticado por orquestar la exoneración del emperador japonés y es que muchos consideraron que aquello había sido una manipulación y el general Bonner Fellers, el gran manipulador.
El film entrelaza dos historias, una romántica, y otra histórica. La relación entre Fellers y Aya, sirve para apuntarnos algunos datos sobre la idiosincrasia japonesa y reflexiones sobre la legitimidad de las actuaciones de vencedores y vencidos, aunque es cierto que esas cosas también se tratan en las entrevistas de Fellers con los dignatarios japoneses e incluso con el propio chófer que le han asignado.
¿Nosotros le quitamos Filipinas a los filipinos?, dice uno de los personajes, pero antes Vds. se las quitaron a los españoles y qué hacían los británicos en Birmania o los franceses en Indochina y antes que ellos los portugueses.
En fin, reflexiones, como digo sobre la legitimidad de las actuaciones de unos y otros, pero sobre todo el planteamiento del eterno debate sobre las responsabilidades de estas figuras representativas (reyes, emperadores, presidentes de repúblicas...) que cuando las cosas van mal, nunca asumen que ellos han tenido arte y parte o que han podido negarse a estampar su firma en determinado documento, siempre con el mismo argumento: no podía hacer otra cosa. ¿Cómo que no podía?, podía negarse y afrontar las consecuencias, lo que ocurre es que esas consecuencias, en ocasiones, suponen la abdicación y claro, eso de perder un trabajo como este...
Interesante película, aunque yo pienso que quizá a quienes no sean aficionados a la historia les puede aburrir, pero retrata bien un momento determinado de la historia reciente en el que un binomio de personas, MacArthur/Fellers, impuso su criterio (repito, para algunos manipulador) de que prescindir del emperador en la nueva tarea de reconstrucción de un gran país como Japón, podría traer más perjuicios que beneficios, pues ellos hicieron ver que juzgar a Hirohito, era alimentar una posible revuelta dadas las connotaciones casi sagradas que la figura del emperador tenía en la cultura japonesa del momento.
De cualquier modo, el film mantiene un buen ritmo narrativo y consigue una buena reconstrucción de las circunstancias y del entorno del momento.
Estamos ante una película, a mi modo de ver, muy lograda y que mantiene un nivel muy alto desde el principio hasta el fin. Es una de las mejores sobre ese tema.
ResponderEliminarPienso que está bastante bien, aunque le falta algo para acabar de enganchar con el espectador.
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