Es cierto que decir Segovia y que su acueducto se refleje en nuestra retina, es todo uno.
La verdad es que no es para menos, es prácticamente el único legado de los romanos que queda en la ciudad, pero ¡madre mía!, ¡qué legado!
Por más que lo hayamos visto, no deja uno de sentirse apabullado cada vez que cruzamos bajo sus arcos y nos maravillamos imaginando cómo demonios fueron capaces, no sólo de construir aquello, sino de pensarlo y de desarrollar las técnicas necesarias para llevarlo a efecto.
En fin, todo lo que se diga es poco. Su imponente fábrica lleva asombrando a quienes lo contemplan desde hace dos milenios y esperemos que lo siga haciendo mientras el mundo exista.
Pasear por su vieja judería, donde tuvo su asiento una aljama comparable a las de Córdoba o Toledo, es toda una delicia, sentir en sus calles silenciosas la presencia de Abraham Senneor, el consejero de los Reyes Católicos, que lo siguió siendo tras su bautismo y de tantos otros judíos españoles que debieron sufrir la injusticia del destierro más vergonzante.
Contemplar su muralla, de la que presumen los segovianos que es la única, junto a las de Ávila y Lugo que se conserva en todo su perímetro.
Sus amenos lugares de esparcimiento, como el recientemente abierto Parque de Miguel Delibes, o el más veterano Jardín de los Poetas, que sirve de antesala al Alcázar y desde el que se pueden disfrutar las hermosas e impresionantes vistas sobre el Santuario de Nuestra Señora de La Fuencisla, la Iglesia de la Vera Cruz, la Casa de la Moneda o el Monasterio de El Parral.
El paseo por la ciudad, el disfrute de su apetitosa gastronomía, es toda una delicia para los sentidos.
Y si tienes la suerte de hacerlo en buena y grata compañía, cual fue mi caso, sin duda quedará en ti el deseo de volver.
Hacía mucho que no visitaba la ciudad castellana, espero que esta no haya sido la última ocasión.
Maravillosa entrada Trecce, que ganas le dan a uno de volver.
ResponderEliminarPues para la próxima, ya sabes.
EliminarEste puente he estado a punto de ir por allá, lástima de mal tiempo.
ResponderEliminarQueda pendiente.
La verdad es que el tiempo no acompañaba para pasar el día fuera de casa.
EliminarLa visité hace unos años y me gustó. Tiene grandes cosas que ver.
ResponderEliminarSaludos.
Como tantas otras ciudades españolas, un lugar lleno de encanto.
EliminarMe encanta Segovia.
ResponderEliminarMi cuñado vive allí y vamos todos los años a pasar unos dias.
Una ciudad acogedora,llena de rincones,ideal para pasear,monumental como pocas, gente encantadora,castellana,maravillosa y se come extraordinariamente bien.
Nada que añadir, ni que objetar.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarUna ciudad que me gusta mucho. Hemos estado varias veces, y siempre que viene alguien de lejos a visitarnos le llevamos a unos sitios concretos, entre ellos Segovia.
¡¡Que bonita excursión Trecce!!
Besos.AlmaLeonor
Y esos a quienes allí lleváis, no podrán sino hacer lo que yo: Alabaros el gusto.
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