Natalia Esparza (Naty, con y griega, en el trabajo), relaciones públicas en una pequeña agencia de comunicación, acababa de llegar de un increible viaje por la Costa Azul, junto a su fabuloso y rico marido.
No sabía qué pensar cuando, en su primer día de regreso al trabajo, entró por la puerta su nuevo cliente, Francisco Castilla (Don Paco, en su empresa y Pacote para los amigos), un cuerpo enorme, de palurdo con dinero, de los que uno sólo se imagina con pantalones de pana y camisa de cuadros o, en su defecto, con mono de trabajo. Venía acompañado de su socia, de la que Naty no había oído hablar hasta ahora. Este nuevo cliente, con cuyo fee se iba a pagar esa operación que tanto necesitaba para reformar su perfil derecho que parecía tener un par de años más que el izquierdo.
Naty había preparado su rutinario juego: Desabrocharse tres botones del escote (tres, ni uno más, ni uno menos); entrevista en la mesa de cristal transparente de la sala de reuniones, que para eso era transparente, para dejar ver la falda excesivamente corta con la que agasajaba a los clientes en sus primeras citas. Ella que en el instituto había presumido de feminista, había pasado de sentirse Simone de Beauvoir a ser una mezcla de Ana Obregon y Lady Gaga, pero, chica, en este mundo de tiburones, casi todos hombres, que consideran que la mujer vale menos, es imprescindible jugar tus cartas. Así se se justificaba, más ante ella misma que ante sus amigas.
Asi que allí estaba Naty, desabrochada y minifaldera y, ante ella, Pacote y una mujer de treinta y tantos años, alta, contundente, sin escote y con una falda decente.
-Francisco, ¡qué alegría!, dijo Naty.
-Encantado, esta es mi socia, Paloma Rubio. Tratarás con ella a partir de ahora.
Joder Trecce menuda jamona y majetona, y vaya zancas que se gasta. Eso sí: ¿sería posible que le cortaras la falda?... al menos un palmo. Saludos.
ResponderEliminarNo, que llega el invierno y hay que taparse.
ResponderEliminarHola Trece: vaya por delante que respeto cualquier forma de vestir,sea hombre ,mujer , largarto o dinosaurio,chinche o asno,incluso niños ;^). Y las mujeres podemos usar minifalda si ese día al levantarnos nos sale del alma así como abrir nuestro escote si lo queremos mostrar .El problema no es nuestro,es del que mira y el que mira a veces no es más tonto porque no puede ,y se deja llevar por esos instintos que están más cerca de las gónodas que de las neuronas,más si estamos hablando de ambientes laborales, de negocios,en fin de trabajo. Bien,pues dicho esto,al igual que hay tontos que se dejan llevar en esos ambientes por su "santa" bragueta, hay mujeres que así lo captan y lo utilizan, pero Paco parece que no es de los tonto . Mejor utilicemos todos la inteligencia, la elegancia,el saber estar...no cuesta tanto y es más sano para eso que llamamos igualdad,sobre todo en ambientes de trabajo!!!. Saludos Trece.
ResponderEliminarHola Trecce.
ResponderEliminarMe ha echo sonrreir el post, es como un arma de doble filo, depende de como lo mires.
Como hombre tengo que reconocer que me gustan las mujeres más que a un tonto un lápiz.
Pero ya puede estar en bola que los negocios son los negocios y mirar a los ojos es fundamental.
Si no me convence aunque este más rica que un dulce a mi no me lleva al lego (convencer) (es cale).
Otra que tope con el clásico que mire más las gambas (piernas) (argentino) que el negocio.
En fin hay gente para todo.
Saludos Trecce.
Claudia, la vida a veces es dura y hay quien recurre a las armas que tiene. Yo también creo que el problema es tanto del que enseña como del que mira, lo que ocurre es que a veces te llevas sorpresas que te descolocan o te quedan en desventaja cuando te habías preparado para llevar tú las riendas.
ResponderEliminarE.P., si te ha hecho sonreír, me alegro, esa era la intención principal.
ResponderEliminarHola Trece,siento no haber leído esta entrada en clave de humor,pero ya he visto mucho fuera y dentro de consulta sobre machismos y hembrismos.Más educación ,por favor,en igualdades y menos gracietas,así como cuidar más los lenguajes, es lo que a mi me apetecería.La vida es dura ahora mismo para much@s y parece que peor se pondrá,pues por eso mismo.La mejor arma siempre es la inteligencia,la preparación tanto para negocios como para las artes de seducción,eso creo y por eso apuesto.Disculpa si no te comprendí.Un saludo Trece.
ResponderEliminarLe está bien empleado a "la Naty" jeje, donde las dan las toman.
ResponderEliminarSaludos divertidos
Seguro que Naty, Maribel, como mujer inteligente en este mundo tan competitivo, toma nota para no verse sorprendida en posteriores trabajos.
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