Despliegue del universo Allen. Nos encontramos con algunas de las constantes de su cine, con esa película que parece que nunca acaba de terminar y que, a pesar de plantear reflexiones sobre los mismos o parecidos asuntos, no deja de sorprendernos, al menos de parecer que existen nuevos caminos que nos va mostrando con cada nuevo film.
No sé cómo lo hace, lo de sacarse algo nuevo de la chistera, digo, pero así es.
El amor es una locura y todo lo demás ¿qué es? Este parece ser el planteamiento de Woody, para llegar a la conclusión de que todo lo demás también es una locura.
En esta ocasión esa especie de locura, de sinsentido, está representado por el papel que interpreta Christina Ricci, muy guapa, por cierto, que no hace más que buscar pareja y cuando la tiene, sufre una especie de bloqueo y vuelta a buscar fuera del hogar, una especie de síndrome de infidelidad.
No sé cómo lo hace, lo de sacarse algo nuevo de la chistera, digo, pero así es.
El amor es una locura y todo lo demás ¿qué es? Este parece ser el planteamiento de Woody, para llegar a la conclusión de que todo lo demás también es una locura.
En esta ocasión esa especie de locura, de sinsentido, está representado por el papel que interpreta Christina Ricci, muy guapa, por cierto, que no hace más que buscar pareja y cuando la tiene, sufre una especie de bloqueo y vuelta a buscar fuera del hogar, una especie de síndrome de infidelidad.
En esta ocasión, Allen cede el papel protagonista, que está interpretado por Jason Biggs, como alter ego del propio director, y reservándose él mismo un papel, una especie de consultor, de guía, de hombre experto que aconseja al protagonistas sobre algunas actitudes a tomar frente a los problemas que le plantea la vida.
Allen nos envuelve con la verborrea de sus diálogos, en los que a veces nos regala algunas de esas frases con las que disfrutan sobre todo sus fans.
Yo creo que el argumento peca de cierta debilidad y que las críticas que persigue, no son tan ácidas como las de los mejores tiempos.
La película no es tanto una comedia romántica, como vendió la propaganda de su tiempo, sino una reflexión sobre la soledad, sobre el desamparo en que nos vemos a veces a pesar de estar rodeados de gente.
Otro film menor de Allen, que resuelve con la solvencia que le caracteriza y en el que, por hablar de alguna novedad con respecto a otros, el personaje femenino no está tratado con la ternura y la comprensión que en alguna otra de sus pelis, como si lo viera desde cierta distancia.
yo creo, Trecce, que Allen disfruta con esos personajes que buscan desesperadamente al felicidad y luego no saben qué hacer con ella y la desbaratan... para volver a buscarla.
ResponderEliminarAunque a veces se haga un tanto cansino.
ResponderEliminarCoincido contigo: ni es una comedia romántica, ni es una crítica social ácida y mordaz.
ResponderEliminarSe queda a medio camino, en tierra de nadie.
Película menor y flojita.
Un saludo, Natalia.
ResponderEliminarMuy bueno Trecce. Un saludo.
ResponderEliminarSaludos, Inge y gracias.
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarComo he dicho por ahí, hace mucho tiempo que no veo películas de Allen, creo que se ha estancado, que no avanza, que da vueltas siempre sobre lo mismo.... aunque... eso es lo que ha hecho siempre, incluso en sus primeras películar... bueno, en fin, que es mejor leerte Trecce.
Besos.AlmaLeonor
Gracias por la visita, Alma, un saludo.
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