miércoles, 11 de mayo de 2016

MEMORIAS DE ÁFRICA

Karen (Meryl Streep) llega a África para casarse con el barón Bror von Blixen-Finecke (Klaus Maria Brandauer) y se instala en lo que es ahora Kenia. Compran una granja y aunque en un principio la idea es criar ganado, al final lo convierten en una plantación de café. La mano de obra corre a cargo de los llamados squatters, como se conocía a las personas de la tribu de los Kikuyu, hombres, mujeres y niños que trabajaban para los blancos a cambio de una escueta compensación monetaria y poder cultivar la tierra que les perteneció antes de la llegada los británicos.
Desde que pisa por primera vez África, Karen se enamora de ese territorio y aunque acaba regresando a su país natal, ese amor perdurará durante toda su vida.
Aunque ninguno de los dos había depositado demasiada confianza en el mismo, el matrimonio parece estar bien avenido; pasean, van a fiestas y hacen safaris juntos. Pero la unión fracasa al cabo de un tiempo. Bror es incapaz de ser fiel a su esposa y acaban divorciándose. Desde ese momento, es ella la que se hace cargo de la plantación. En su vida aparece otro hombre: Denys George Finch Hatton (Robert Redford), con el que Karen mantiene un romántico idilio.


La película se basa en el libro de memorias de Isak Dinesen, el seudónimo literario utilizado por la escritora y baronesa danesa Karen von Blixen-Finecke, publicado en 1937 que relata eventos relacionados con el período de diecisiete años que Blixen pasó en su hogar en Kenia, entonces parte de África Oriental Británica. El libro es una reflexión lírica de la vida de Blixen en su plantación de café, como así mismo un tributo a ciertas personas que le causaron una impresión durante su vida en aquellas latitudes. El libro es también una vívida fotografía de la vida colonial en África durante las postrimerías del Imperio británico. Blixen escribió el libro en inglés y luego lo tradujo al danés.


Espléndida fotografía de David Watkin, que no sólo recoge los impresionantes paisajes ocres y verdes de la franja central africana, sino también los interiores y las composiciones con personajes; todo ello se remata con las espectaculares tomas aéreas dignas del mejor reportaje naturalista y encima con ese toque de arte que tiene el cine.
Junto a esto, dos de mis nombres sagrados dentro del mundo del cine, el compositor John Barry, que nos trae una de sus mejores obras para el cine, de esas que subyugan al espectador y, por otro lado, la diseñadora Milena Canonero, que hizo un soberbio trabajo de documentación, para conseguir un trabajo a la altura de lo que nos tiene acostumbrados; con los colores, va reflejando las distintas etapas que vive la protagonista y presenta una gama de diseños que representan el carácter liberal y, a la vez, fuerte de la protagonista, sin olvidar la sensualidad femenina en las prendas como camisones o batas; un trabajo de esos que hacen historia dentro del cine.


Qué podemos decir de los actores, con una pareja protagonista que será recordada para siempre por sus interpretaciones en la romántica historia de amor que viven, seguidos por un inmenso Klaus Maria Brandauer y una pléyade de secundarios que componen un maravilloso coro actoral.
Y para rematar, la realización de Sydney Pollack, de la que podríamos hablar largo y tendido, pero voy a resumir su trabajo en la sensacional secuencia del avión volando sobre África con la música de John Barry sonando, que constituye una de las escenas inmortales del cine moderno.


Memoria de África fue el romance africano que encandiló a Hollywood. Muchos se han quejado de lo irreal de sus planteamientos y de que se inventa un país idílico que no existe. Es cierto, pero el cine es magia y aunque es verdad que el guión recoge una época y un tiempo determinados y que se apoya en hechos reales (la Guerra Mundial, la colonización...), el film nos presenta una historia romántica, por un lado y de lucha, por otro, en un marco que tiene algo de Edén imaginario y precisamente esto es lo que subyugó al espectador y a buena parte de la crítica.
Si alguna vez habéis soñado con África, con sus paisajes, sus ríos y lagos, su tierra candente y luminosa, sus mágicos amaneceres y sus prodigiosos atardeceres, con el susurro del viento o el rugir de las bestias, esta película os encantará.




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