viernes, 27 de mayo de 2016

EL COLOR PÚRPURA

Celie Johnson (Whoopi Goldberg) sufre abusos por parte de su padre y es violada por este, que le quita a sus hijos después de que nacen. Por conveniencia, Pa (Leonard Jackson) casa a Celie con un hombre tan abusador como él. El nuevo esposo (en realidad nunca se casan) de Celie, Albert (Danny Glover), solo se la lleva para que cuide a sus hijos, esté al cargo de la casa y trabaje en sus campos.
A pesar de todo, Celie está contenta de irse con Albert (al que nunca llama por su nombre, le llama Señor), porque un día llega a su nueva casa su hermana Nettie (Akosua Busia) huyendo del hogar familiar para librarse del acoso de su padre. Sin embargo, después de que Nettie vive en la casa de Albert, tiene que soportar y defenderse de las insinuaciones de él, hasta que viendo que no va a conseguir su objetivo, la echa de la casa. A pesar de que Nettie promete a su hermana escribirle cartas, Celie no sabe nada de ella, mientras su vida sigue empeorando y ahora está alejada de la única persona en el mundo a la que quiere y que la quiere también.
La vida de Celie cambia cuando Albert lleva a su amante enferma a la casa para que Celie la cuide. La amante, Shug Avery (Margaret Avery), es todo lo que Celie no es: sexy, decidida e independiente. Es la primera vez en su vida que Celie puede gozar de la amistad.
Junto con Shug, Celie descubre el misterio del silencio de Nettie durante tantas décadas: Albert ha escondido todas las cartas de Nettie en su baúl. Cuando Celie encuentra las cartas de su hermana, se le abre un mundo nuevo. En vez de ser sumisa y oprimida, se da cuenta de la magnitud de los abusos que ha sufrido por parte de Albert. Saber esto le da la fuerza que necesita para dejarlo. Celie se va a Memphis con Shug para empezar una nueva vida.
Celie se entera de la muerte de Pa (del que ha descubierto que no es su padre biológico) y de que la casa en la que vivía Pa pertenece, en realidad, a ella y Nettie desde la muerte de su madre. Ahora es dueña de una casa y la arregla para la llegada de Nettie.


Se basa en una novela de la escritora de color Alice Walker, por la que obtuvo el Pulitzer en 1983.
El libro tiene clara inspiración en la experiencia personal de la autora, nacida en Eatonton (Georgia), su familia tiene sangre cherokee, escocesa e irlandesa y descienden a su vez de esclavos y aparceros de una pequeña comunidad agrícola sureña. Las relaciones con su padre fueron conflictivas (sobre todo cuando Alice dio muestras de interesarse por la escritura y los temas intelectuales). Por otro lado, su madre se dedicaba al servicio doméstico y soportó malos tratos de su propio padre, lo que le llevó a escaparse de casa. Su madre pudo por tanto ser la figura en la que se inspiró Alice como protagonista de este libro.
La película está ambientada en la primera mitad del siglo XX y el poseedor de los derechos de la novela para su adaptación al cine, el conocido músico Quincy Jones (autor también de la banda sonora del film y productor del mismo), fue el que se empeñó en que fuera Steven Spielberg el que se pusiera al frente del proyecto. Spielberg cuenta que era renuente a dirigir el film, pensaba que un realizador de raza negra lo haría mejor, pero Quincy insistió hasta conseguir que Spielberg aceptara.


El film habla del maltrato contra la mujer en todas sus formas, físico, sexual y psicológico. Es terrible la situación de Celie (¡vaya debut en el cine de Whoopi Goldberg!) y la película la retrata con toda la crudeza que considera necesaria. Ya no sólo te duele cada golpe que recibe, cada comentario despectivo que tiene que soportar. Lo que más impacta es la total aceptación de Celie de la situación en que se encuentra. Algo que se adecua a la realidad de estas personas débiles de quienes, cuando la historia es real, nos asombramos que no sean capaces de abandonar a su pareja ante las continuas vejaciones, sobre todo morales, muchas veces más difíciles de soportar, más perversas y refinadas en su maldad, que los propios malos tratos físicos; pero ello se debe a que su capacidad de autoestima es anulada por completo y llegan a creerse que no valen nada, que son un mueble más del hogar, quizá el de menos valor.
Aunque es una película en la que la desigualdad viene del diferente sexo de maltratada y maltratador, vamos que habla de machismo puro y duro, también echa su cuarto a espadas sobre el racismo en la historia paralela que tiene como protagonistas antagónicas a Sofía (magnífica Oprah Winfrey) y a la mujer del alcalde, la señora Millie (un papel a la medida de Dana Ivey), un relato muy duro también en el que se nos muestra como la enérgica y luchadora Sofia, es obligada a agachar la cerviz, marcada físicamente y anulada como persona.
Spielberg ha insinuado en alguna ocasión (al menos eso he creído interpretar), que si rodara ahora la película daría más importancia a la relación lésbica entre Celie y Shug Avery. Mi opinión, muy personal, sobre este extremo, es que la película tal como está, recoge bastante bien lo que Alice Walker quiso expresar. Celie parece enamorarse de Shug, pero para mí no tiene nada que ver con un tema sexual. Creo que Shug es la única persona (sin contar a Nettie) que valora a Celie, que le demuestra cariño. Y de ahí que Celie la trate con adoración, la admire sobremanera y pueda llegar a confundir el aprecio que le tiene con un sentimiento de otro tipo. Pero no creo que la autora pretendiera incluir una relación lésbica por defender la libertad sexual.
Lo que sí retrata el film es el amor fraternal entre las dos hermanas, el cariño que se profesan ambas en una sociedad y en una familia en la que la mujer contaba más bien poco.
La película, como cualquier producto de Spielberg, está muy cuidada en cada detalle, con escenas de estudiada composición y de alto valor estético y descriptivo.
Junto a Paso decisivo (The Turning Point), posee un récord bastante agridulce, el de ser la película que sin obtener un solo Oscar, posee más nominaciones (11). Aquel año se encontró con Memorias de África, una película sobre blancos y con actores blancos frente a un film sobre negros, con actores negros. No es que quiera avivar la polémica que ha surgido recientemente en Hollywood sobre discriminación a la hora de repartir premios, pero...




4 comentarios:

  1. No importa las veces que la vea que el final de reencuentro y cánticos siempre me hace sacar el pañuelo.

    Es tremenda pero magnífica.

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    1. He leído comentarios que la tachan de lacrimógena para denostarla, cuando en este caso no se recurre a la lágrima fácil, sino que, como señalas, te sale del alma por todos los duros momentos que uno ha vivido previamente con la protagonista.

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  2. Curiosa la opinión de Spielberg, según su teoría él sólo podría dirigir películas de personajes judíos, aunque le honra el no querer dirigir de todas maneras.

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    1. Su teoría era que una persona de color quizá podría entender y, por tanto, plasmar mejor, la problemática que plantea la novela de Alice Walker.

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