El Doctor Quirke, un patólogo forense en un hospital de Dublín, descubre, por casualidad, que una tal Christine Falls, no ha muerto de embolia pulmonar, como reza el parte de defunción firmado por su propio cuñado, sino por una hemorragia post parto.
Esto le lleva a interesarse por el asunto y descubrirá todo un mundo de falsedades y verdades ocultas del que mueven los hilos los miembros de una sociedad llamada los Caballeros de St. Patrick, gente socialmente reconocida que tiene montado un tinglado mediante el que trasladan niños nacidos en Irlanda de familias pobres o madres solteras, hasta un orfanato de Boston (EE.UU.), que los coloca en familias humildes hasta que alcancen cierta edad y sean llevados a colegios o seminarios donde los convertirán en candidatos al sacerdocio o a profesar como religiosas, para abastecer de ministros a la comunidad católica norteamericana que ya comienza a escasear de ellos.
Benjamin Black (seudónimo de John Banville), nos conduce con mano maestra por esta intriga con tintes de novela negra, en la que no faltan los estereotipos del género, necesarios y bien manejados por el autor, para que las piezas vayan encajando a medida que los huecos que ha ido dejando en el relato, se vayan llenando.
Black nos habla de cosas reales (bebés robados, mujeres maltratadas, funcionarios corruptos...) que se desarrollan en un mundo ficticio, lo que le permite resolver aquellas cosas que en nuestra realidad cotidiana, muchas veces quedan ocultas para siempre.
Entretenida novela, muy bien escrita y en la que la calidad literaria no hurta la atención que la intriga despierta en el lector.
Y bien que lo has dicho, una cosa es la ficción, y cuantos casos de esos oscuros, y sin resolver ocurren de verdad. Ya sin contar los fallos médicos y negligencias, que se dan en las operaciones, y que muchas veces pasan por alto; alegando aquello de que la cosa se ha complicado, y el paciente no ha resistido.
ResponderEliminarSalud Trecce
A saber de cuantas cosas no nos enteramos porque nos las ocultan.
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