En uno de sus paseos por Londres, George Stransom descubre una vieja iglesia donde entra para descansar un instante.
Mientras está allí sentado, envuelto por el aroma de incienso del templo, decide encargar la construcción de un altar en un rincón vacío, un lugar que dedicará a honrar a sus muertos, irá enciendo una vela por cada uno de los ausentes de su pasado.
Sin embargo, no es el único visitante de su altar, una mujer a la que no conoce también acude allí casi a diario y comienza a encender velas, Stransom ve que aquella mujer, a pesar de su relativa juventud, también tiene muchas ausencias en su vida, pues el número de velas así lo denota. Con el tiempo, cuando entabla con ella cierta relación de compañerismo en el dolor, descubre que todas las velas que ella enciende son en memoria de una sola persona.
Aún cuando son dos auténticos desconocidos uno para el otro, un acontecimiento del pasado les une sin que ellos, por el momento lo sepan.
Relato breve en el cuál James trata de una forma poética y bella las ausencias y sus recuerdos.
ResponderEliminarComo otros de James, un relato de fantasmas sin fantasmas.
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