sábado, 12 de marzo de 2011

RECUERDOS

"Recuerdos", o "Recuerdos de una estrella", como también ha sido taducido este título de Allen.
Película personalísima, en la que los homenajes no se traducen en hacer una peli al estilo de tal o cual director, sino que el neoyorkino retoma también algo de su particular discurso, es decir, no es como en "Interiores", en el que su homenaje a Bergman es hacer una película emulando el tipo de cine que hace el director sueco. En este film, sus homenajes a algunos directores, pero sobre todo a su admirado Fellini, es más que evidente, no voy a decir aquello de que se nota desde el principio, porque es precisamente el principio el auténtico homenaje al director de "Amarcord", aunque a lo largo de todo el metraje irá salpicando otras escenas que, como el conjunto de la peli, en general, nos traen inevitablemente a la memoria el cine italiano.


Esas escenas del principio, de todos modos, son geniales, aunque en algún momento parezcan una copia, son de Allen, con su mensaje a través de la parábola en imágenes, los dos trenes, el de los ricos y el de los pobres, cuyos ocupantes se encuentran en el vertedero, con la inquietante presencia de las gaviotas. Una maravilla.


La película es una especie de desquite contra alguna de las críticas recibidas tras el estreno de "Interiores" y nada mejor que homenajear a los europeos, como si dijera, os parece mal o presuntuoso que emule desde la admiración a Bergman, pues tomad, ahí van los italianos.
Aunque los mensajes no se quedan en esto, por supuesto, desde el pacifismo (el fotograma que se ve debajo, dice más que cualquier discurso en contra de la guerra), hasta el existencialismo, va haciendo una especie de introspección en lo que ha sido su vida y su cine hasta ese momento, a través del personaje que interpreta, que no es sino su propio personaje.


Una buena banda sonora, con estupenda fotografía en blanco y negro y un notable trabajo de los actores que le acompañan (Charlotte Rampling, Jessica Harper, Marie-Christine Barrault, Tony Roberts...), para una película que, para mi gusto, no llega a la altura de "Interiores" y que resulta interesante de ver, aunque no acaba en ningún instante de alcanzar el nivel que se espera de la obra de un director de primera línea.
Para acabar, una anécdota y una frase:
La anécdota es la fugaz aparición de Sharon Stone, al principio del film.
Y la frase, el chiste, es este: "Di un curso de filosofía existencial en la Universidad de Nueva York. El examen final constaba de diez preguntas y no pude contestar ninguna, las dejé todas en blanco. Saqué un diez."




2 comentarios:

  1. Reitero mi debilidad por Allen. Añado admiración por "su" fotógrafo en B y N, Gordon Willis, al que debe una parte importante de la belleza de sus secuencias. Parte de la crítica en su estreno se "columpió" con aquello de la egolatría, la vanidad del propio director; no era ese el sentido de Stardust Memories. Un saludo

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