Lara (Victor Polster), de 15 años, está decidida a convertirse en bailarina profesional. Con el apoyo de su padre, se lanza hacia la consecución de su sueño, inscribiéndose en una escuela de ballet. Las frustraciones y la impaciencia adolescente de Lara aumentan cuando se da cuenta de que su cuerpo, a pesar de la estricta disciplina a que lo somete, no es tan flexible como el de las otras niñas, por el hecho de que ella es una mujer atrapada en un cuerpo de varón.
Primer largometraje del belga Lukas Dhont (Close-2022), en el que nos acerca a la vida de Lara, una joven transgénero que, además de lo complicado de su situación personal, debe lidiar con la consecución de un sueño para el que su propio cuerpo, nacido varón, no está preparado y con su condición de adolescente, con todas las inseguridades que el desarrollo de la personalidad y el despertar al mundo adulto presentan.
La historia se desarrolla de forma contenida, pues el drama que vive Lara viene de su propia situación de vivir en un cuerpo que no siente como suyo y del periodo de la vida que atraviesa en que la personalidad aún no está bien definida, cuando más en su caso, pero está rodeada de un entorno de compresión, tanto su padre y su hermano, como los profesionales sanitarios que la atienden o los que se encargan de su educación, se muestran solidarios con ella y dispuestos a poner lo que pueden de su parte. Aunque el film muestra todo lo que la sociedad ha avanzado en estas situaciones, no deja de plantear también, lo mucho que queda por hacer, algo que vemos en algunas escenas concretas en las que Lara pasa por trances un tanto amargos.
Con un final que levantó controversia y que, como han señalado colectivos transgénero, afortunadamente no responde a la realidad de la gran mayoría de los casos, en los que las personas que los sufren acaban su transición de manera ordenada y cumpliendo las recomendaciones de los especialistas y los plazos que estos marcan, sin necesidad de acudir a situaciones traumáticas como la planteada en el film que puede suponer un ejemplo negativo y desolador si lo contemplan niñas que estén en situación similar a la de Lara.
De cualquier modo, es una película que nos acerca a un mundo no bien conocido y que puede ayudar al gran público a entender la casuística que viven estas personas, realizado de manera elegante, la narración transcurre de forma sutil, con un gran trabajo del protagonista y unos espléndidos movimientos de cámara. Todo ello ayuda a que el espectador se sienta partícipe de una historia que trata de normalizar una situación no siempre bien comprendida, por la que sufren quienes se ven envueltos en ella y que merece todo nuestro apoyo y cariño.
Esta es una película contra los prejuicios, como también lo es la posterior -y excelente- "Close", del mismo realizador.
ResponderEliminarSí, van en la misma línea.
EliminarMuy apropiada en estas fechas de celebración y visibilización.
ResponderEliminarEn efecto, viene al caso.
EliminarHe oído y leído hablar de ella. Tuve que documentarme algo antes de ver Close en el festival de Sevilla y, como dice Ricard, parece una película del mismo corte que Close.
ResponderEliminarSe ve que son asuntos que preocupan al señor Lukas Dhont y que sabe tratar con delicadeza, para acabar, en ambos casos, de manera cruel para quienes los padecen.
EliminarPues mala solución le veo al problema, ni con todas las cirugías que se intentaran.
ResponderEliminarLa muchacha tenía un problema mucho más peliagudo que el de ser más o menos flexible.
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