martes, 19 de abril de 2016

FINAL COPA DEL REY DE RUGBY 2016

El pasado domingo, 17 de abril de 2016, se jugó la final de la Copa del Rey de Rugby, un día señalado para la historia del deporte del balón ovalado en España. 26.500 espectadores abarrotaron las gradas del Estadio José Zorrilla de Valladolid, algo impensable para el rugby, pero parece que en esta ocasión se produjo la conjunción perfecta para que un acontecimiento de este tipo y con tal repercusión tuviera lugar.
En primer lugar, que los dos equipos de Valladolid jugaran la final y, después, que no sólo los aficionados locales, sino la afición al rugby de toda España. decidiera que este era el momento de hacer piña y darle al evento el lustre que solo se alcanza con la presencia masiva de público. Para acabar de refrendarlo, por una vez, las autoridades políticas estuvieron a la altura, el Rey Felipe VI estuvo en palco, por primera vez desde 1929, un rey de España presenciaba como tal un partido de rugby, allí estaban también Soraya Saenz de Santamaría e Isabel García Tejerina (vallisoletanas ambas), así como el líder de la oposición Pedro Sánchez, además de otras personalidades.
Una gran fiesta, un partido que ganó El Salvador, pero del que al final, lo que a mí me ha quedado, son las grandes lecciones de este deporte de caballeros frente a otras manifestaciones deportivas viciadas por el hooliganismo, la intransigencia y la poca vergüenza de algunos de quienes las practican o de sus entrenadores y dirigentes.
Daba gusto ver al árbitro del partido sonriendo, cambiando impresiones con los jugadores en diversas fases del partido; los lesionados salían del campo para ser atendidos si la cosa iba para largo o se levantaban raudos en cuanto eran atendidos si el asunto era más leve, vamos que sólo se quejaban cuando dolía; las aficiones chamiza y quesera, mezcladas en la grada animando con fuerza a los suyos, sin un sólo incidente, sin un mal gesto o conato de enfrentamiento.
Toda una lección, una fiesta deportiva que imagino que tendría el colofón que suele presidir este tipo de encuentros, con un tercer tiempo que, según tengo entendido se iba a celebrar en la fan zone instalada en los aledaños de estadio y durante el que seguro quedaría olvidada cualquier cuenta pendiente del encuentro si es que alguna quedaba.





4 comentarios:

  1. No sabía que lo transmitían y solo pude ver los cinco minutos finales. El rugby siempre me ha gustado, más que el fútbol. Es otro mundo, por muchos motivos. Gente que va por faena y se deja de gilipolleces. Un saludo Trecce.

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  2. Me encanta este deporte, no me pierdo ningún mundial. A ver si conseguimos que nuestra selección se mida a las mejores. ¿Por qué no soñar con un trofeo siete naciones?

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