Ayudante de una reputada interiorista y madre de una niña de cuatro años, Lane Harmon, está acostumbrada a entrar en casas de ensueño. Optimista de nacimiento, a Lane le resulta fascinante el mero hecho de poder echar un vistazo a estos mundos tan ajenos al suyo y disfruta con la recompensa de sobrepasar las expectativas de sus exigentes clientes. Cuando su jefa le encarga la redecoración de un modesto adosado y le dice que lo van a hacer gratis, sabe que es algo inusual. Pronto descubre que la casa pertenece a la mujer de un financiero de mala reputación y caído en desgracia llamado Parker Bennett. Bennett desapareció dos años atrás mientras navegada en su velero por el Caribe, justo antes de que se conociera que se había apropiado de cinco mil millones de dólares del fondo de inversión que gestionaba. ¿Fue un suicidio o había tramado su desaparición?
Lane queda conmovida tras conocer a la señora Bennett, calmada y aparentemente convencida sobre la honradez de su marido, y al hijo, Eric, decidido a probar que no tuvo nada que ver en el fraude de su padre. Lo que Lane no sabe es que cuanto más se acerca a los Bennett más pone en riesgo su vida y la de su hija.
Mary Higgins Clark combina un escándalo financiero con una historia de engaño y traición en esta apasionante novela escrita con la legendaria y escalofriante habilidad que la ha convertido en la reina del suspense.
El libro va ganando en intensidad a medida que avanza la narración, al principio da la sensación de un tanto estereotipado, si bien trata de disimularlo acudiendo a la novedad de las ocupaciones de sus protagonistas. Atractivos los personajes de las dos mujeres interioristas (Lane y su jefa Glady) y la actualidad que supone que el malvado, que al fin y al cabo lo que hace es robar mediante estafa (algo nada novedoso en la novela negra), se dedique al mundo de los fondos de inversión, mediante los cuales ha dejado en la calle a mucha gente mayor que había estado ahorrando para tener unos últimos años lo más confortables posible.
Los personajes están bastante bien definidos y, aunque algún lector pueda creer que se pierde uno un poco en el marasmo de nombres, yo creo que son relativamente fáciles de recordar, para no perder el hilo del relato.
Entretenida, sobre todo cuando nos hemos introducido un poco en la historia y con un final trepidante.
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